Van más de 15 semanas de conflicto en la Universidad de San Simón (UMSS) de Cochabamba y lo único cierto es la incapacidad de hallar soluciones en el marco de la autonomía universitaria y del sentido común.
En el VI Congreso Universitario, realizado hace exactamente 31 años en Tarija, una mayoría abrumadora aprobó el Reglamento de la Docencia (RD) propuesto por los docentes de la Universidad de La Paz (UMSA). Como uno de los impulsores de esa norma, recuerdo con claridad que la delegación de la UMSS dio su apoyo decidido, mas no incondicional, al Reglamento, mostrando un mayor interés en los cargos del CEUB que en el contenido académico de las propuestas. Entre otras cosas, el RD regulaba el ingreso a la carrera docente mediante exámenes de competencia, con excepción de los docentes "extraordinarios" (así denominados no por sus destrezas sino por ser contratados eventualmente a falta de candidatos titulares).
Aprobada la norma y para evitar la consabida astucia criolla de que la ley se acata mas no se cumple, los docentes de La Paz redactamos rápidamente un Reglamento de Evaluación (RE) para aplicar el RD. En pocos meses, gracias a un trabajo conjunto de ambos estamentos, se transitó exitosamente del viejo al nuevo régimen. Con base en el RE de la UMSA, otras universidades se sumaron a la transición, pero no todas y no al mismo tiempo.
Una de las universidades que más se resistió a acatar la nueva disposición, y lo sigue haciendo, fue la UMSS con el argumento que no reconocía a los tribunales paritarios docente-estudiantiles; una forma de cuestionar el cogobierno consagrado en los estatutos de la Universidad Boliviana. Por eso, se optó por el fácil camino de incorporar docentes en calidad de "extraordinarios", saltando los requisitos de la titularidad.
Por lo tanto, el actual conflicto es el resultado de responsabilidades compartidas. Por un lado el CEUB no quiso hacer cumplir las normas del sistema universitario, bajo el argumento de que cada Universidad es autónoma; por otro lado las diferentes autoridades de la UMSS prefirieron no agarrar el toro del cogobierno por las astas. Los estudiantes también tienen un grado de responsabilidad a través de sus organizaciones, en cuanto dejaron pasar esos procedimientos irregulares durante tanto tiempo, al igual que los docentes cuestionados, los cuales no exigieron ser admitidos por la puerta grande como sus colegas de otras universidades.
Si la responsabilidad es compartida, la solución también debe serlo, tomando en cuenta que el presente conflicto ya no es meramente académico, sino que se ha vuelto drama social de miles de familias, ha desprestigiado a la UMSS, salpicado a todas las universidades públicas y beneficiado abiertamente a las privadas de Cochabamba.
Descartados el uso de la violencia que sólo empeora las cosas y la exigencia de "normales" exámenes de competencia como si nada hubiese pasado desde 1984, propongo una salida siguiendo tres pasos: primero aprobar en Conferencia de Rectores un Reglamento Transitorio; en segundo lugar, evaluar con esa norma los méritos de los docentes interinos (60% de ponderación); finalmente tomarles un examen de competencia (40% de la nota) de las materias que tienen a su cargo.
Para evitar susceptibilidades, dicho examen estaría a cargo de tribunales paritarios de otras universidades del sistema. Quienes aprueben la evaluación regularizarán su titularidad; quienes no logren hacerlo podrán volver a optar a la cátedra cumpliendo, también en San Simón, los requisitos vigentes en el resto de las Universidades Públicas.
¿Será capaz la UMSS de resolver ese conflicto mejor de cómo hizo el Gobierno con Potosí?
(*) Es físico
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