Homenajes póstumos dieron el último adiós a periodista Dávila
30 jul 2015
Fuente: LA PATRIA
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Una serie de homenajes póstumos recibió ayer el decano del periodismo boliviano, Augusto Dávila Sanabria (+) por amigos y familiares que le dieron el último adiós, en una jornada caracterizada por los recuerdos, las enseñanzas, las anécdotas que dejó en vida, y el dolor y llanto por su partida.
A las 10:00 horas se realizó la misa de cuerpo presente en el Salón Rojo del Gobierno Autónomo Municipal de Oruro (GAMO). Un poco antes de las 11:00 horas se iniciaron los homenajes.
El presidente de la Asociación de Periodistas de Oruro (APO), Juan Laura Andrade fue el primero en recordar la trayectoria del célebre periodista y destacó la frase que pronunciaba en vida: "El periodismo es sinónimo de un voto de pobreza y humildad".
Asimismo entre las tantas anécdotas, Laura evocó el sentir de Dávila cuando la tecnología se impuso en la sala de Redacción del matutino LA PATRIA estableciendo: "Da pena que se apaguen las melodías de los teclados de las máquinas de escribir, da pena que la confraternidad entre los compañeros de trabajo se apague lentamente por el avance de la modernidad".
Por su parte, la directora de LA PATRIA, Ximena Miralles Iporre afirmó que apreció a Dávila como un padre y un maestro del periodismo.
"Lo recordaremos con todo el cariño como la persona que resaltaba los valores y el trabajo de las damas especialmente dentro de esta familia que es LA PATRIA, por lo que ahora nos sentimos huérfanos".
Tras ese discurso, fue emotivo escuchar las palabras del presidente de la asamblea de socios de LA PATRIA, Marcelo Miralles Bová quien con la voz entrecortada en varias oportunidades y con lágrimas despidió a su "gran amigo".
"Con profunda congoja, sin que la resignación logre alcanzarnos, despedimos hoy a nuestro amado e inolvidable Augusto. Perdónenme si las lágrimas brotan incontenibles en esta ocasión tan dolorosa. Innumerables virtudes adornaron su personalidad y la nobleza de su carácter, durante toda su vida desplegó una irreductible integridad moral. Su nombre de pila Augusto, siempre estuvo a la altura, acorde con su conducta respetable y regia", manifestó.
A nombre de la familia doliente, Gustavo Dávila agradeció el gesto de quienes expresaron los homenajes hacia su padre. "Si uno de nosotros, sus hijos, llegáramos a recibir el diez por ciento de los elogios que ha recibido mi papá, tuviéramos un lugar ganado en el cielo", sostuvo.
La nieta del célebre periodista, Daniela Jinés Dávila se encargó de despedir a su abuelo con un voto de aplauso, además de señalar que él nunca tuvo rencor hacia nadie.
"Jamás en la vida lo hemos visto resentido ante nadie, guardar rencores, guardar odios, hablar mal de las personas. Nos ha enseñado a no ser resentidos, amar la vida a cada minuto y a hacer esto (se sacude la ropa) sacudirnos del mal, del odio, de la envidia", indicó.
Luego la directora de Recursos Humanos del Gobierno Autónomo Municipal, en representación del alcalde Edgar Bazán, expresó un reconocimiento al periodista y ciudadano notable de Oruro.
Minutos después un grupo de periodistas sacaron el ataúd del Salón Rojo hacia la calle. La comitiva siguió a pie por la calle Bolívar hacia la Soria Galvarro para seguir por la Murguía. Se hizo un alto en la puerta del Sindicato de Trabajadores de la Prensa de Oruro (STPO), entidad que fundó el 14 de marzo de 1963.
Allí la ejecutiva de los periodistas, Carmen Tórrez también despidió al maestro Dávila evocando los recuerdos que dejó cuando compartió un sin fin de momentos con sus compañeros de gremio. Luego, los dolientes acompañaron a su amigo hasta su última morada, el Cementerio General.
Desde que el féretro ingresó al Campo Santo, un guitarrista se acopló para acompañarlo con melodías que estremecían el corazón por el último adiós.
Al llegar al pabellón "M" se paró para esperar la despedida definitiva. Un nuevo homenaje se realizó, esta vez a cargo del presidente del Círculo de Periodistas Deportivos de Oruro, Omar Otazo quien con la voz quebrada por el llanto despidió a quien también fuera fundador de dicha entidad.
Finalmente, el féretro fue colocado en el nicho que estaba destinado como la última morada de Dávila, quien fue despedido en medio de oraciones, rezos y canciones.
Fuente: LA PATRIA
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