Jueves 30 de julio de 2015
ver hoy
¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...
Alemania sigue reduciendo su fuerte dependencia del carbón, el talón de Aquiles de su flamante plan verde, una apuesta decidida por las energías verdes con la que pretende decir adiós de forma progresiva las fuentes de energía contaminantes, hasta abandonarlas por completo.
Desde que decidieran cerrar las plantas nucleares en su famoso apagón, concretamente tras el accidente nipón sufrido en la central de Fukushima a consecuencia del tsunami del 2011, los avances han sido espectaculares. Ahora, con la vista puesta en sus próximos objetivos sobre el cambio climático para 2020, han decidido cerrar unas cinco plantas de carbón.
OBJETIVOS
CLIMÁTICOS PARA 2020
Si el apagón significaba establecer un plan para acabar con todas las centrales nucleares y aumentar las inversiones en energías limpias, sobre todo en eólica y solar, también se contemplaba aguantar las contaminantes centrales de carbón para producir electricidad.
En este sentido, lo mismo ocurre en Beijing, pues pretende cerrar sus principales plantas de carbón para el año 2016.
Aprovechando que tiene superávit de kilovatios hora (está exportándola a países vecinos), Alemania ha optado por no aprobar un impuesto del carbón y cerrar unas cinco plantas de carbón de 2,7GW de capacidad para así poder alcanzar sus objetivos climáticos para 2020, lo que supondrá reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) un 40 por ciento con respecto a 1990.
Fuente: Ecología Verde