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Jueves 30 de julio de 2015

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Ecológico Kiswara

El misterio de las margaritas mutantes de Fukushima

30 jul 2015

Fuente: Ecologíaverde.com

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La foto que ha incendiado internet muestra unas inquietantes margaritas, en una insólita imagen tomada por un internauta. Son flores deformadas por lo que parece una mutación genética, con el agravante de que se tomaron en Fukushima - Japón, cerca de donde tuvo lugar en 2011, una de las peores catástrofes nucleares de la historia.

¿De qué se trata, qué les ocurre a estas extrañas flores? Lo lógico es pensar que la radiactividad de la zona ha afectado a su desarrollo, del mismo modo que puede afectar a las personas, cuyo riesgo de padecer cáncer igualmente se habría multiplicado.

Si esto fuera así, qué duda cabe, habría que inquietarse, aunque bien pensado no es necesario que aparezcan flores deformadas para alarmarse ante la fuga de radiactividad de una central nuclear. Eso sí, al ser una imagen, por aquello de que valen más de mil palabras, sería una prueba visual contundente, de alto impacto. Y, habida cuenta de la gravedad del tema, la viralidad sería, en realidad, lo de menos.

EL FENÓMENO DE LA FASCIACIÓN

Por ahora, sin embargo, la rareza no tiene apoyo científico en este sentido. No, al menos, de forma concluyente. Al interrogar a los especialistas, sin embargo, sí se ha obtenido una respuesta que explica de una forma inequívoca sus caprichosas formas.

Es decir, por común que sea este crecimiento mutante, la razón bien podría ser el estrés ambiental provocado por la radiactividad. Y, de hecho, en un contexto como el de Fukushima, donde se han observado importantes consecuencias ambientales a consecuencia de una fuga de nivel 7, el mismo nivel que el de Chernóbil, con claras pruebas de su impacto en la atmósfera, el agua y el suelo.

Así las cosas, es fácil caer en el histerismo pues, como no podía ser de otra manera, las graves consecuencias del accidente nuclear han aumentado la sensibilidad de la población ante los graves riesgos de la energía atómica.

A día de hoy, más de 127.000 personas siguen evacuadas, y solo unos pocos han podido volver a sus hogares. Además, cuatro años después de la catástrofe, el impacto que ha tenido en niños y ancianos, los grupos más vulnerables, ya se ha medido.

Básicamente, obedecerían a un fenómeno conocido como "fasciación", que puede causar durante el crecimiento de la flor por una acción mecánica o química ocasionada, a su vez, por infecciones bacterianas o desequilibrios hormonales.

Especialistas como Beth Krizek, biólogo de la Universidad de Carolina del Sur, han explicado que se trata de un fenómeno relativamente habitual y que no hay de qué preocuparse. "Son flores que habrían existido igualmente aún sin haberse producido la catástrofe de Fukushima", concluye el experto.

Fuente: Ecologíaverde.com
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