Fuera de la característica “humana” del error, o de la seducción en base a farsas; reconocer a través de ejercicios implacables, perplejos; de cavilar aún filosofar sobre una cuestión: es “conveniente” antes de ser ultrajado por la “sociedad”.
Puede que no se tenga la certeza absoluta de la veracidad o farsa de un acontecimiento; pero existen argumentos o razones capaces de derrumbar costumbres cretinas. Y más escepticismo se debería llevar cuando se sabe de experiencias tortuosas en la historia.
He aquí un ejemplo: antaño añoraba la “revolución cubana”; ese suceso “encabezado” por Fidel Castro y “triunfado” en 1959; yo más acosado por la ingenuidad o por la falta de alumbramientos razonadores que por los sucesos en sí. Ahora es cuestión de incidir en demostraciones de agudeza, o de probidad; aún si se tratase de una acción subjetiva: la Cuba “revolucionaria” desde 1959 -hasta 2010, por ejemplo- es la tiranía que se hizo costumbre.
“Socialista”; se ha dicho tal proceso quizá haciendo referencia al significado de esa palabra, que se ha visto en Cuba: “la dictadura del proletariado”; que como ya es de Perogrullo, no ha sido sino la dictadura de los gobiernistas. Como es a lo que conduce el socialismo, estrictamente hablando. Incluso Gloria Stefan lo debe saber.
Habéis sabido de la represión canallesca que han sufrido las “damas de blanco” en una manifestación en contra de la aprehensión política. Portaban flores.
“Milicianos, milicianas” las injuriaron retirándolas, subiéndolas a algún vehículo, según se ha visto.
Y aquí me sugiero tratar la nimiedad misérrima que se ha cometido recién en Bolivia: “patria o muerte, venceremos”: vociferado por las fuerzas armadas de Bolivia. Tal situación es más tremebunda de lo que parece si se toma en cuenta que el gobierno del MAS ha enunciado en sus mítines políticos, al gentío: “patria o muerte”, “patria o muerte”, etc. El “día del mar” en Bolivia, la muchedumbre de simpatizantes masistas, o “movimientos sociales” ya tristemente conocidos -se podría decir- que eran los militares de Bolivia, respondían “venceremos”, creo que escuché bien. Un argumento hacia la farsa gobiernista en cuanto a ese lema seudo patriota: Según ellos es por la “patria”, “que es sagrada”, cosa parecida y otras; un ministro de tal gobierno había dicho que los únicos excombatientes eran los de la guerra del chaco, negaron a los excombatientes de Ñancahuazú, veneran al “che” -relacionado con el lema mencionado-. En 1966, 1967, en la agresión terrorista y foránea de Ernesto Guevara de la Serna y sus compinches -agresión armada- ¿quién era “la patria”?, ¿ese lema?, ¿el “che”?; no creo, pero ahora niegan esos sucesos diciendo que las FF.AA. actuaban a orden del “imperialismo estadounidense”-hasta da flojera mencionar esas cosas-. Entonces el lema guevarista, socialista, castrista, terrorista, mediocre; sus impulsores ahora lo usan pretextando vilezas, cuando en 1967 ése invadía armado la “patria” de la que se jactan los patrioteros gobiernistas.
Prefiero evocar a Franz Tamayo: “El orgullo de nación sólo deja de ser ridículo cuando se refiere á sus buenas costumbres ó á sus grandes hombres”.
Qué importa si lo que hago “no tiene trascendencia social”; me sé propugnador de lo no social: de lo no normal.
Fuente: LA PATRIA
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