De acuerdo a los datos que revela el Sistema Integrado de Gestión y Modernización Administrativa (Sigma) que depende del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, se establece que hasta el mes de mayo del año en curso existe un buen caudal de recursos, como saldos en caja y bancos, suma que asciende a 25.215 millones de bolivianos que no fueron utilizados en las entidades estatales (públicas).
Las referencias numéricas de este proceso muestran además que hasta el 55,51 por ciento de los más de 25 mil millones en cuentas fiscales corresponden a los gobiernos municipales y las instituciones de seguridad social sumando 13.999 millones de bolivianos que no fueron utilizados, lo que significa claramente que varios proyectos de los dos sistemas, municipios y salud, no se cumplieron.
Un experto en el análisis de este tipo de situaciones, señala que "la acumulación de recursos es producto de la baja ejecución presupuestaria", lo que en términos prácticos y directos significa, ineficiencia institucional o estrechando más el círculo de responsabilidades, el problema es resultado de incapacidad funcionaria, debiendo establecerse en cada caso el nivel en que falla el buen uso de los recursos públicos.
En algunos casos se han formulado justificaciones "técnicas" en el cumplimiento de procesos de gestión y trámite para obtener desembolsos y cumplir obligaciones fiscales contraídas en contratos de obras, que pueden retrasarse por burocracia en las estaciones intermedias de los ministerios?y este hecho es también causa del atraso en cumplir metas de ejecución presupuestaria y en el área que se detecte la falla, igualmente el problema es parte de la ineficacia administrativa.
En la gestión por resultados, no siempre se explican abiertamente los problemas existentes, pero en los informes oficiales saltan a la vista, deficiencia, incapacidad y según algunas denuncias, hasta falta de voluntad política para facilitar un fluido uso de los recursos públicos.
Se afirma también que al existir baja ejecución presupuestaria en las entidades estatales, las que acusan esa falla "simplemente no cumplieron con la demanda social, relegándola a un segundo plano, anteponiendo otras prioridades que no necesariamente resuelven la problemática de la gente", esa particularidad de gastos se da especialmente en algunas alcaldías que en busca de justificar parte de la ejecución presupuestaria, destinan recursos para obras de maquillaje, en algunos parques y plazas, sin que tales obras sean ni siquiera parte de las grandes necesidades sociales que tiene la población.
Según los datos del Sigma los gobiernos municipales de La Paz, Cochabamba y Oruro son los que cuentan con la mayor cantidad de recursos "guardados" en caja y bancos. En ese orden la Alcaldía de Cochabamba tendría 727 millones de bolivianos, La Paz registra 564 millones y la de Oruro tiene 472 millones de bolivianos, ésta última quiérase o no es una suma respetable que pudo haber sido utilizada en un buen proyecto de beneficio colectivo.
Se entiende que ese dinero no utilizado eficientemente, servirán como recursos en efectivo en caja y bancos utilizados para enfrentar la contracción económica que vive el país por la disminución de ingresos debido a los precios bajos de nuestras materias primas en el mercado internacional.
Lo que ocurre debe ser objeto de una reorientación en los sistemas de inversión pública de modo que se facilite el buen uso de recursos en una dinámica administrativa especialmente dirigida a desarrollar proyectos productivos que atiendan las expectativas vecinales con sentido social y sin maquillaje especial.
Fuente: LA PATRIA
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