Servicio General de Identificación Personal (Segip)

A tempranas horas del día siguiente (Segip trabaja a horario continuo) intento tomar los servicios de un taxi para que me traslade hasta el lugar, el costo me lo impide (30 Bs.) por suerte veo el letrero Segip en un mini azul, lo abordo y el viaje desde el centro dura aproximadamente 30 minutos.

Me encontraba por el lugar después de muchos años, la verdad que la zona Sur sufrió un cambio radical, creció bastante, sólo mencionar que ya no existen las "pampas" donde se realizaban las fiestas de Domingo de Tentaciones, estas están colmadas de viviendas.

Las instalaciones de Segip ocupan casi una manzana, su frente principal muestra dos portones con sus avisos respectivos: entrada y salida. Un patio bastante amplio que nos recuerda a los de la Policía, se nota que sus predios no fueron terminados de construir, por el desorden existente.

La fila corta estaba dirigida a la ventanilla de informaciones, a la cual me arrimé, en 20 minutos de espera se avanzó poco.

Una persona joven ataviada con un chaleco negro con el logotipo de la entidad Segip se aproxima a nuestra fila, con una cordialidad pocas veces vista en nuestro medio, nos interroga uno por uno sobre nuestra necesidad. Aquí el primer punto positivo.

Al revisar mis papeles detalladamente dice: Sus documentos están en regla; en este momento tiene que ir al centro en busca de un banco financiero para cancelar el valor de Bs. 17 que es el costo de su cartón de identidad, quedo confundido, ¿volver al centro? Esta misma persona corrobora, en la avenida España, existe una agencia del Banco Unión, es el que está más cerca.

Más de una docena de interesados y con el mismo caso de prisa hacemos abandono del lugar, como si se tratase de una competencia pedestre, vamos en busca del mini que nos trasladará al lugar. Nuevamente de prisa hacemos ingreso en la agencia del Banco Unión que está ubicado sobre la avenida España para sacar la ficha de turno. Los recién llegados más los que ya estaban en el Banco, superamos los treinta, todas estas personas tenían un solo propósito, depositar Bs. 17 para su cartón de identidad.

Este detalle del depósito de los 17 bolivianos, es sin duda el segundo punto positivo, teniendo en cuenta que en el pasado este costo superaba en el mejor de los casos, cuatro veces más.

Entre ir y volver se perdió más de una hora y media al estar integrándome a la fila de personas para su trámite, mi reloj marcaba las 11:30 de la mañana en el que esta presente a las nueve de la mañana. En dos horas y media solo tenía en mis manos el comprobante de pago al Banco y casi último en una fila aún más larga.

Tuvieron que pasar otra hora y media para estar habilitado y pasar al salón de espera, el solo ingresar a ésta, todo tu cansancio y mal humor se desvanece. Porque observar un salón bonito y amplio, con butacas cómodas, mesas para atención al público con numeración visible, oficinas con cámaras fotográficas de última tecnología y ficheros y personal que hacen de portavoz pronunciando claro y correctamente el nombre del interesado destinándolos a su mesa. Este salón es con creces el tercer punto positivo.

Señores de la Banca privada, a ustedes corresponde solucionar este problema, urge lo antes posible instalar un punto financiero en predios del Segip y si esto no fuera posible háganlo en sus cercanías, en su entorno para el bien de los ciudadanos, por la distancia en la que se encuentra Segip tanto por su tiempo y su economía, la ciudadanía está siendo afectada.

Es menester colaborar con los cambios que se están ocasionando en nuestro departamento, es una obligación de todos los orureños, poner un granito de arena para su progreso.

Pese a las vicisitudes observadas, que por supuesto tienen que ser corregidas, no queda otra que sentirnos orgullosos por este paso hacia adelante tan valioso.

¡Felicidades señores Segip!

Pese a que el reloj marcaba las 14:00 horas, estaba contento por haber culminado satisfactoriamente mi búsqueda de identidad, sentía un dejo de seguridad de saber que soy un ciudadano boliviano jurídicamente con todas las de la ley.