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Domingo 19 de julio de 2015

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Revista Dominical

La vida tiene más valor que el mismo dinero

19 jul 2015

Ximena Miralles Iporre - Directora de LA PATRIA

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El conductor de una volqueta falleció en la semana que termina luego de ser embestido por un bus de la empresa Crucero, mientras él trabajaba en el tramo carretero de Oruro a Cochabamba, en el sector de Yarvicoya, con su muerte quedaron tres menores en la orfandad. Ése es sólo un ejemplo de lo que ocurre cuando las personas le dan más valor al tiempo, al dinero u otros aspectos antes que a la vida, pues por llegar más rápido, por volver a salir con otro contingente de pasajeros, por ganar unos cuantos pesos más los conductores, especialmente de las empresas de transporte público imprimen máxima velocidad y hasta desatienden o desobedecen las señales de tránsito que están puestas en la vía para advertir sobre los peligros que acechan cuando se es imprudente.

Lo peor de todo es que muchas veces ni siquiera quien provoca el accidente llega a perder la vida, sino que arrastra con su acción irresponsable la existencia de otra persona, en la mayoría de los casos con consecuencias para terceros, como los hijos que quedan huérfanos al perder a sus padres en este tipo de hechos.

CAUSAS

Existen diversas causas para que ocurran los accidentes de tránsito, por lo general es el exceso de velocidad, ya que un conductor puede tener buenos reflejos pero cuando se va apresurado su capacidad de respuesta disminuye porque no sólo depende de quién conduce, sino también depende de cómo y cuán rápido reaccione el mismo vehículo.

Otra de las causas es la imprudencia en el momento de rebasar a otra movilidad, pues muchos chóferes lo hacen en lugares que carecen de visibilidad poniendo en peligro la vida de quien viene en sentido contrario, de sus acompañantes y de la propia.

También se puede señalar el hecho de conducir sin descansar, pues el sueño escaso o el agotamiento por recorrer tramos largos, equivale a haber consumido bebidas espirituosas, porque la capacidad de atención, de reacción y de respuesta inmediata se ve afectada. Como se dice, basta un pestañazo para provocar un incidente revestido de fatalidad.

En algunos casos, inclusive el alcohol es uno de los detonantes para que ocurra un hecho de tránsito en la carretera, ya que también existen individuos inconscientes que en el momento de ponerse detrás del volante no calculan los riesgos que significa beberlo, porque como se explicó líneas arriba las capacidades de la persona se ven disminuidas.

Como una de las causas nos atreveríamos a mencionar a la ira, pues la gente se ha vuelto impaciente en extremo, poco tolerante y presa del estrés del diario vivir, que también es como una constante competencia por ser mejor que los otros. En este caso, se ve que hay conductores que cuando ven que se les está rebasando comienzan a acelerar porque no soportarían perder unos segundos en su vida, muchas veces consiguen que el "atrevido" reduzca la velocidad, pero en otros casos no lo logran y en la peor de las situaciones llegan a colisionar uno con el otro, o agravando la situación provocando un accidente múltiple.

SOLUCIÓN

Si bien una de las soluciones está en los efectivos de Tránsito que deben verificar que los conductores cumplan las normas, que los vehículos estén en buen estado, al menos en el transporte público, también es responsabilidad de quienes se ponen tras el volante.

No sólo quienes manejan vehículos de servicio público tienen ese compromiso con la vida y con las personas, sino también los que guían un motorizado de servicio particular.

Todos quienes se encargan de manejar un vehículo deben ser cumplidores de las normas, de verificar el estado de su carro, de cuidar su salud, descansando lo justo, de hacer las paradas que sean necesarias para no sobre exigir a su organismo, de buscar la forma de relajarse antes de viajar, para que no le afecten ninguna de las situaciones arriba mencionadas y pueda llegar a su destino a salvo y sin haber causado ningún tipo de incidente en la vía.

En realidad, el evitar hechos de tránsito es una tarea de todos y cada uno de los componentes de las sociedades, además desde pequeños deberían aprender las reglas, leyes y normas que hacen al Código de Tránsito, de manera que cuando llegue el momento todos las pongan en práctica. Es decir, se debe aprender desde el correcto uso del semáforo hasta el respeto a las señales en carretera y, no sólo deben saber hacerlo los conductores sino también los peatones.

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