La visita del Sumo Pontífice a Bolivia, ha puesto el tema del mar en la palestra internacional con ribetes de primer plano por tratarse de una exposición vertida por la máxima autoridad de la Iglesia Católica en el mundo.
"Estoy pensando en el mar?y el diálogo es indispensable" puntualizó el Pontífice al reconocer implícitamente la injusticia vigente tras más de un siglo que Bolivia espera una solución amistosa, real y efectiva por parte de Chile a su pedido de recuperar la salida al mar que le fue cercenada en una injusta guerra.
El caso tiene relevancia, tanto como el de de Cuba y Estados Unidos, aunque este después de medio siglo de obcecadas posiciones está entrando en un proceso que los entendidos lo denominan como "deshielo" que abre las posibilidades de un restablecimiento de las relaciones diplomáticas y se anticipa que este mes de julio se producirá la reapertura de embajadas en las dos capitales, La Habana y Washington.
Los hechos históricos muestran que el conflicto chileno - boliviano es mucho más antiguo que el de Cuba y EE.UU. que está en proceso de ser desactivado y cuyos propósitos diplomáticos son absolutamente claros en el tiempo presente. El reclamo boliviano retrocede a los hechos del siglo XIX, cuando una guerra artera protagonizada por Chile despojó a Bolivia de una vasta extensión de su territorio, más de 120 mil kilómetros cuadrados y la pérdida de su condición de país ribereño del océano Pacífico. Hasta la invasión chilena Bolivia además contaba con 400 kilómetros de costa.
Los dos temas son de trascendencia internacional. El Santo Padre de Roma, puso el caso boliviano en la cúspide noticiosa, se trata de un reclamo de 134 años en pos de una salida soberana al mar y ante la obcecada resistencia de la burocracia chilena, Bolivia planteó en 2013 una demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya, buscando un fallo que obligue a Chile negociar de buena fe una solución al enclaustramiento boliviano.
En el caso de Estados Unidos y Cuba, el deshielo de sus tensas relaciones permitirá una nueva era de entendimiento entre el país del norte y el de América Latina, que esperó medio siglo sin claudicar para entrar pacíficamente a distender los factores de antagonismo de la superpotencia con el único país que sigue siendo la representación del comunismo neto en Latinoamérica. Pero las condiciones favorables de alta diplomacia y la intervención del Papa Francisco, tuvieron un efecto de alto poder disuasivo para alcanzar el objetivo de que dos países en puga depongan actitudes, dialoguen y avancen en sus fines positivos de orden comercial bilateral y de futura convivencia pacífica.
La opinión del Papa en Bolivia, sobre el tema marítimo ha generado una respuesta del Canciller chileno, que admite que la solución a los problemas es parte de un diálogo abierto que según él, su país ha propugnado siempre. La posición de Bolivia al respecto es muy concreta, es su verdad irrefutable y en la misma el tema del diálogo ha sido siempre la propuesta más clara para solucionar el diferendo y la espera para tener resultados pasó de un siglo.
Pocos días atrás el portavoz oficial de la demanda marítima boliviana estuvo en Cuba, allí expuso el problema y señaló que "si hay una piedra que entorpece el proceso pleno de integración suramericana, es el tema del enclaustramiento forzado de Bolivia". Por lo mismo se propugna el diálogo, como la mejor forma de solucionar el problema, pero en un marco de seriedad y buena voluntad, es la verdad boliviana.
Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.