Después de la última victoria en las elecciones generales, militantes y simpatizantes del partido de gobierno comenzaron a soñar en la eternidad del poder para el MAS. Ciertamente con un 60 por ciento en las urnas, cualquier partido puede soñar que su vigencia estará asegurada por mucho tiempo.
Lo anterior es legítimo pero tiene sus límites. Límites que la militancia masista no puede o no quiere considerar.
MESIANISMO POLÍTICO
De un tiempo a esta parte, las loas, alabanzas y consideraciones hacia el líder indiscutible del Instrumento por la Soberanía de los Pueblos ha ido subiendo de tono. Si bien su excelencia es legítimo merecedor de diferentes alusiones y adjetivos positivos por parte de admiradores nacionales y también internacionales, estas deberían ser moderadas y cautas, porque el exceso lleva a cierto tipo de endiosamiento, y esto último alimentado por ceremonias de entronización y bendición propias de la cosmogonía andina en Tiwanaku.
El evidente liderazgo que ejerce el presidente sobre muchos sectores sociales, crece desmesuradamente con declaraciones como las del vicepresidente cuando señala que la vigencia de su excelencia en el país mientras duren las acciones jurídicas en La Haya es imprescindible. Entonces se hace ver al primer mandatario como un mesías o un enviado divino. Pero, además el último spot radial y televisivo señala que junto a su Santidad Francisco, Don Evo es un líder mundial que coincide en sus afanes con el Papa. Esto último es altamente discutible, pero a la vez es sólo una muestra de cómo se maneja la propaganda.
REELECCIÓN INDEFINIDA
El escenario esta dado de manera ideal, el gran porcentaje de votos en las urnas, los dos tercios en el poder legislativo, amén del apoyo por consigna de los llamados movimientos sociales, virtualmente señalan hoy que Don Evo volverá a candidatear el 2019, sin importar mucho cómo se vaya a cambiar la Constitución, "eso ya es irrelevante" dijo el Presidente del Senado.
Todo el MAS apunta a que un referéndum aplicado al pueblo, ordenará la reelección indefinida, sin importar nada más.
Ya no importa la concientización hacia el soberano respecto a las lesiones que sufrirá la democracia con reelecciones ad infmitum. Ya no interesa entender que la alternabilidad es un requisito sine qua non en la democracia tal como la conocemos hoy. Y, al parecer, no le importa a nadie que un solo ciudadano adquiera un tipo de poder que se acerca peligrosamente a la dictadura y a la monarquía.
SERES MORTALES
Es obvio que las organizaciones sociales están encandiladas con la propuesta reeleccionaria y en ese objetivo no miden consecuencias y no analizan hechos reales.
Por ejemplo, señalar que el proceso de cambio va a quedarse 500 años suena a demasiada pretensión. El avance tecnológico y el progreso natural del orbe, nos señalan que en seis o siete décadas el mundo será tan diferente al momento actual que cualquier ideología política actual estará obsoleta en aquel entonces.
Por otro lado, es menester señalar que el presidente es un ser humano mortal como el resto de la humanidad, y si bien podrá ser elegido el 2019 , luego el 2024 .y posteriormente el 2029, paralelamente cumplirá varios años de edad, ingresando a la senilidad normal que afronta todo ser humano. El gran ejemplo lo tenemos con don Fidel Castro que, ya cansado, decidió entregar la posta política a su hermano.
Por cierto muchos analistas se preguntan: ¿qué pasará cuando don Fidel deje este mundo?, ¿a quién pasará la posta don Raúl? Y en Bolivia bien podríamos preguntamos: ¿hay algún sucesor natural a don Evo?, ¿Tiene el MAS cuadros políticos capaces de suceder al líder?
La respuesta la tendrá Bolivia dentro de algunos años.
(*) Lic. en Comunicación Social
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