La referencia particularizada a la salud ciudadana, pero afín a ese propósito, el hecho de cuidar sobre todo los servicios de la salud pública y los que presta la seguridad social, en ambos casos con muy serias limitaciones y por lo mismo con marcadas deficiencias que deben ser "curadas", dadas sus graves condiciones de sostenibilidad.
Son miles de pacientes en todo el país que diariamente acuden a los centros de salud en busca de alivio a sus dolencias, en unos casos para recibir tratamientos generalmente prolongados y con pocos medicamentos o en circunstancias muy especiales someterse a emergencias clínicas, en las que la Divina Providencia o el factor suerte juegan un papel determinante para salvar la salud de muchos pacientes.
Sin embargo del factor de cotidianidad en los servicios, estos se mantienen tan "regulares" que son tomados como rutinarios y por lo mismo de una dudosa eficiencia que garantice tratamientos óptimos y satisfagan a los enfermos y a los familiares, pendientes estos últimos de mejoras en la salud de sus más próximos allegados.
Son tantas las limitaciones en los servicios de salud, que es poco lo que se observa con optimismo puesto que la carencia de equipos es una falencia constante, a lo que se suma ahora la falta de médicos especialistas y por lo mismo es restringido el tratamiento de casos delicados, que a veces deben ser derivados a centros mejor dotados, aunque no más eficientes y seguros, en el caso de la seguridad social.
Las responsabilidades para manejar los servicios de salud pública están ahora bajo control de las gobernaciones donde sus autoridades deberán definir de manera prioritaria y excepcional, un presupuesto acorde a los requerimientos de un servicio que no puede descuidarse y que debe ser sostenido con carácter de extrema responsabilidad.
De acuerdo a la Constitución Política del Estado (CPE) en su artículo 18, entre los derechos fundamentales de la ciudadanía está el derecho a la salud, que no es parte de las prioridades presupuestarias del Estado, lo que significa que la salud colectiva está librada a una serie de factores, ubicados no siempre en el lugar que corresponde a estos servicios de primerísimo orden.
En los pasados días los propios funcionarios de la seguridad social en salud han sido protagonistas de un paro de labores y anuncian otras medidas de presión reclamando mejor dotación de ítems, de equipos y la institucionalización de los cargos jerárquicos, posición laboral que coincide y ratifica las falencias existentes en los servicios de salud de la seguridad social, similares problemas se confrontan en los centros de salud pública, por lo mismo el sistema de salud en general debe ser objeto de un tratamiento de urgencia para cuidar el bienestar de la población.
Mejorar los sistemas de salud debe ser una meta del gobierno pero de cumplimiento al más corto tiempo, pues los problemas de salud no esperan, no pueden programarse emergencias clínicas para seis meses adelante, la situación actual es crítica y exige soluciones prácticas, más allá de la controversia por un porcentaje de mayores puntos en el presupuesto, que en la realidad sigue siendo reducido, frente a las necesidades cada día mayores de servicios médicos garantizados para nuestra comunidad.
Equipos, personal especializado e infraestructura son los problemas que deben atenderse para sacar al sistema de salud del peligroso extremo en que se encuentra.
Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.