Loading...
Invitado


Domingo 05 de julio de 2015

Portada Principal
Cultural El Duende

BARAJA DE TINTA

Doña Bernarda de la Barrera mi ama

05 jul 2015

De Alonso Ortiz de Abreu a su esposa

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Potosí, 12 de marzo de 1637

Doña Bernarda de la Barrera mi ama:

En los Galeones pasados tuve dos cartas tuyas, hija de mi vida, si fueren alivio a los tormentos que sin ti padece mi alma. Dígalo quien sabe de ausencia y tan eterno es en padecerlos, pues si deseo nuevas y cartas de esa tierra es solo por saber de tu salud, que goces y te dé Dios como desea quien nació para solo servirte.

Cuando yo esperaba la licencia de Su Majestad para poder vender estas haciendas por solo ir a gozar de lo que más he deseado en este mundo, hallo tan poca ayuda en el despacho, que no sé si culpe mi poca suerte o la poca diligencia que en esto ha habido; pero lo más cierto es lo primero, que en lo segundo, quien tan sola considera la casa de mi suegro, no se admirara. Bien veo que tú ni mi Señora han de ir a Madrid a esto. Culpo solo las pocas obligaciones con que nacen los hermanos que no se han criado juntos, pues, teniendo tantos allá, ninguno lo es sino en el nombre. Yo lo seré de todos de la misma manera. Y cuando no fuera más que para demostrarlo, determinara ir a esa tierra.

La diligencia se ha de hacer y sea por mano del Padre fray Rodrigo mi hermano, a quien se lo has de rogar no dilate cosa que tanto importa a todos. Si bien tengo entendido de su proceder y de la merced que hace a todos nosotros, estará ya negociado esto cuando lleguen estas cartas. Escríbolas con un muy gran amigo suyo, que es el Padre Maestro fray Francisco de Jesús Zambrano, confesor del Señor Presidente de esta Audiencia, que va a ciertos negocios de Su Señoría; háme hecho particular merced. Deseo conozca que en esa casa se le recompensa con estimársela. Acudirá a la solicitud de esta licencia en Madrid, si no estuviere efectuada. Puede el Padre fray Rodrigo irse con él y tratar de despacharla, puesto que es negocio de justicia más que de gracia.

Envíote poder para que puedas cobrar mi legítima y sacarla de poder de quien la tuviere; harás de ella lo que te pareciere: bien veo que no la has de echar por ahí. Quisiera fuera un millón. Con don Gerónimo de Campoverde te envío cuatrocientos pesos: bien veo que es poco, pero si vieras la apretura con que me hallo, no culparas escaseces semejantes. Confío en Dios que el año que viene, si me da salud, de remediarlas y enviarte mucho dinero.

No tengo que encargarte el recato en tu proceder, vida mía, pues por tantas causas lo debes tener. Cada vez que te considero tan lejos de mí, solo es para arrancárteme el alma de dolor. En tu mano está el verme allá con solo lo que pido, que es muy poco. Avísame muy largo del estado de todos mis hermanos y mis primos, los hijos del Señor don Pedro Galindo, que no he sabido nada de nadie y si se ha casado mi prima, hija de mi tía doña Isabel Galindo; y de todo lo demás que hubiere, que estoy a ciegas. Dios te me guarde con salud y te me deje ver.

Tu

Don Alonso Ortiz de Abreu

Para tus amigos: