Viernes 03 de julio de 2015
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En esta época de permanente evolución, como seres humanos, los abuelos, padres de familia y toda persona racional, estamos obligados a continuar la lucha con energía, capacidad, vigor y entusiasmo por conservar la vida, no solo de nosotros, sino, fundamentalmente de los vástagos, para un mejor coexistir.
En ese empeño no se puede dejar a un lado la exigencia al gobierno para que dote de un mayor presupuesto al sector de salud, como lo hacen en otros países donde se da amplia cobertura a la salubridad.
Por tanto, no es posible que el pedido del sacerdote Mateo Bautista García, caiga en saco roto, siendo necesario que el señor Presidente Constitucional de la República, instruya asignar 10% del presupuesto nacional para el área de sanidad y evitar el elevado índice de mortalidad infantil principalmente.
En los nueve departamentos que conforman el territorio nacional, según estadísticas, los males endémicos son difíciles de controlar porque se hace caso omiso a los requerimientos económicos que se precisa para mejorar la infraestructura hospitalaria, contrarrestar la escasez de medicamentos y atender otras necesidades que deben ser solucionadas.
