Este 23 de marzo fue martes de conmemoraciones y enfrentamientos simbólicos de diferente trascendencia, desde aquel centenario hasta lo más nuevo. Recordamos banderas, uniformes, guerras, guerrillas y a héroes famosos, a mártires anónimos.
Esa fecha tan permanente en nuestro calendario escolar, ahora con menos énfasis en la agenda militar, tiene también otro significado, menos recordado, el nacimiento de Germán Busch en San Javier, Santa Cruz en 1904 (otras versiones ponen 1903), el joven militar que representa al mismo tiempo valentía, nacionalismo, consecuencia y siembra de decisiones que cambiaron la historia del país.
Escribo sobre él por una pasada anécdota en un curso de redacción con jóvenes estudiantes en una universidad privada. Tratábamos el asunto de las autonomías y las luchas cruceñas y pregunté qué sabían de Busch. Me miraron estupefactos, qué relación tenía Bush con las luchas del comité cívico camba. Otros se animaron a comentar sobre sus hazañas en Irak. Entonces comprendí que ninguno de ellos recordaba al héroe de la Guerra del Chaco (1932-1935) y sólo conocían al televisado George Bush. Nuestro Germán, descendiente de alemanes y no de anglosajones, está en el olvido.
Sin embargo, debería ser recordado y representado ahora más que nunca. Germán Busch es casi una leyenda y aún recuerdo los comentarios de mis abuelos sobre aquel “camba valiente”, el soldado decidido, impulsivo, combativo que no dudaba en disparar desde la primera línea de combate. Egresado del Colegio Militar, ya antes de la guerra fue un explorador en las arenas calientes del Chaco boliviano, logró ascender a teniente, ayudante del Estado Mayor y capitán por sus acciones en el frente de batalla.
Le tocó participar en tres sucesivos golpes de estado. Primero contra Daniel Salamanca, quien representaba al viejo régimen que caía decrépito en las trincheras de Boquerón o Villamontes. Luego contra Tejada Sorzano, que duró unos pocos meses en la transición al gobierno de David Toro, otro militar nacionalista que auspició la fundación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
La nacionalización del petróleo de esa época fue encomendada a especialistas y el gobierno becó a estudiantes destacados, entre ellos a los recientemente fallecidos Alberto Vázquez y Enrique Mariaca, para que la empresa cuente con personal técnico desde la cabeza hasta los pozos defendidos en la guerra.
Germán Busch representó a los jóvenes oficiales, miembros de las Fuerzas Armadas, que querían consolidar en las ciudades lo que tan duramente habían defendido en la frontera. En 1937 derrocó a Toro por considerarlo débil y en 1938 fue elegido Presidente Constitucional.
Busch auspició la Asamblea Constituyente de ese año que trazó los grandes y profundos cambios de un país feudal y liberal al nacionalismo revolucionario. Desde ahí desafió a los grandes poderes, sobre todo a la rosca minera con Simón Patiño al mando.
Además, en su búsqueda de fortalecer a la nación, promulgó la Ley con el 11% de regalías para favorecer a los departamentos productores de hidrocarburos, especialmente Santa Cruz y creó el departamento de Pando, abriendo la senda para la descentralización, aunque sucesivos gobiernos se negaron a cumplirla.
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.