Lunes 29 de junio de 2015
ver hoy
La homosexualidad es tan vieja como la humanidad, pero recién tomó los colores del arco iris, para demostrarnos que somos libres... que somos inteligentes, que somos humanos... mientras que hasta hace poco a los homosexuales los quemaban en campos de concentración, o los pateaban en las calles, o los hacían desaparecer simplemente con una definición. Tanto hemos tardado en aceptar lo que es, porque el ser homosexual no es una decisión, como tampoco lo es ser hombre o mujer, pero quién entiende algo tan simple, si siempre nos enseñaron a no pensar... porque si pudiéramos pensar, pues nuestra humanidad no andaría festejando a la paz como la victoria militar sobre el enemigo.
Y en todo este barullo viene el dedo, ese dedo de un jugador de fútbol que muestra muchas facetas de nuestra pobreza humana, de nuestra pobreza en definiciones, en normas, en ética, en profesionalidad, muchos dirán que son cosas del fútbol y que el fútbol es de hombres, entonces siguiendo esta lógica el meterse el dedo al trasero es normal entre hombres.... ¿y entonces qué con la hora histórica del arco iris?
