Loading...
Invitado


Domingo 28 de junio de 2015

Portada Principal
Revista Dominical

Otra producción original del cine silente:

Resume en dos cortometrajes facetas de la Guerra del Chaco

28 jun 2015

Por: Aníbal Abel Alarcón Caparroz - Escritor y poeta

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Frente a la muestra como real testimonio que resonó interiormente y caló la simiente de los espectadores y sin querer mencionar opinión alguna sobre criterios muy bien fundamentados que desde luego fueron hasta el presente y publicados con propiedad y vasto conocimiento intelectual sobre el triste y penoso episodio de la Guerra del Chaco, con varias facetas que al herir en lo más profundo nuestro corazón aún en la actualidad, se siente a la vez esa huella que envuelve hasta hoy un mundo marcado por la agonía y frustración e injusticia de aquella infausta remembranza.

Bastaba en una mirada; es decir, un atisbo, conocer de cerca mediante la pantalla grande después de nada menos que ochenta años del armisticio de ese conflicto bélico, que para nuestra óptica fue provocado y empujado a aquellas candentes arenas a cada inocente recluta, llamado a acudir en defensa de la heredad nacional en absurda posición por intereses extranjeros y pensamientos foráneos.

Todo lo acontecido en forma insulsa, vana y sin contenido alguno. Duele de verdad por todos aquellos patriotas que no volvieron a ver la luz del día, aquellos que ofrendaron sus vidas por nada, sin clemencia. Toda esta evidencia que ni por asomo pasó por la mente hasta breves instantes antes del revelador e impactante contenido de la cinta cinematográfica de aquella época, para que en un otro segmento, retrotrayendo la historia, sellado el destino, (con buen entendimiento), transporte uno a uno en rasgos crueles y yacentes que arrastran por muchísimo tiempo al dolor y llanto, por heridas profundamente causadas. Dos fueron los films o cortometrajes colmados de cierta retórica con bruscos giros que cambian el pensamiento y el conocimiento, realmente para hacerlo más claro y verídico; es decir, de haber tenido y salido de una errónea concepción como producto de confusas versiones a lo largo de nuestras vidas, a algo que se acerca a la veracidad, mostrada en evidencia en el lugar. Todo un valioso documento de la historia que como tal, ya es parte engrosando el archivo de editorial LA PATRIA, que había seguido con detalle en esa época, un antes y un después de dicho acontecimiento y que aún perdurará como un hecho insólito más para la historia de Bolivia.

Las heridas del pasado, hoy perduran como vana reflexión.- El abrazador y mustio silencio del espectador atento, perplejo, concentrado en apacible oscuridad mientras descorría en rollo la cinta de celuloide, en sentido inverso, mostrando y reflejando las reveladoras imágenes en blanco y negro; de fondo el relato del acontecimiento a modo de explicación pormenorizada en veloz lectura, caracteriza el ruido de la música que entrelaza la escenografía, el ambiente y el acontecer de la época, contemplando en evidente tristeza pasajes de semejante injusticia y barbarie. Al final?, queda ese hálito anheloso de sed de justicia; sólo eso, mientras tanto, esos héroes del pasado en el presente brillan por su heroísmo como estrellas que relumbran a nuestro paso. Cuando todo hoy?, todo está en calma como antítesis, contraponiendo dos épocas diferentes y contrarias sobre el pasado y el presente que nos legaron esos valerosos combatientes.

Breve reminiscencia.- Desde ya, en opinión de varios cultores de la cinematografía en general, resumen en dos conclusiones: Una que se refiere, similar a una cinta de ficción como que hubiera sido una creación de la imaginación para nuestra época, que por la constante evolución de los acontecimientos, ahora somos partícipes de un novedoso mundo, con recuerdos inconscientes sólo grabados en la memoria del espectador.

La otra, la segunda, hace que se remueva la conciencia en alusión de que deberíamos reflexionar sobre los errores cometidos en el pasado, para no volver a repetir en el presente.

Por último, sentados cómodamente en las butacas de luneta, del icónico cine Gran Rex, que por varias circunstancias, además muchas generaciones y desde la niñez una vez más habíamos tenido el privilegio dentro de sí, como la satisfacción de estar presentes compartiendo cada instante de la inolvidable velada cinematográfica junto a la selecta presencia de invitados (damas y varones), multitud también de reconocidas y sobresalientes personalidades que le otorgan a estos espectáculos aunque breves por cierto, infinita y relevante importancia, rememorando de alguna manera tiempos pasados de cine en fin de semana y en el teatro Gran Rex, memorable para la sociedad orureña.

Para tus amigos: