Datos actualizados contenidos en el Índice Global de la Actividad Económica (IGAE), que maneja el Instituto Nacional de Estadística (INE), revelan que la economía boliviana aumentó el porcentaje previsto de su crecimiento para alcanzar una expansión de su Producto Interno Bruto (PIB) hasta el 5,15 por ciento, lo que significa 15 décimas por encima de la previsión del Ministerio de Economía.
Hay que recordar que en la proyección del ministerio de finanzas, la previsión sobre el PIB hacia fines de la presente gestión se calculaba en 5 por ciento, en tanto que algunos organismos internacionales con referencia a ese tema señalaron una progresión no mayor al 4,5 %, aunque reconociendo que tal porcentaje sería el más alto entre los países de la región.
Lo interesante es que según el indicador IGAE que mide la actividad económica nacional en cortos periodos y es resultado de la estimación de variables que se producen en los sistemas productivos, aparecen como elementos importantes que inciden en la superación económica, por ejemplo el rubro de la construcción, el importante movimiento de los supermercados y los altos volúmenes de su facturación, también se incluye el negocio de los restaurantes, estos últimos que además generan un alto índice de fuentes de empleo, e influyeron también las ventas que registraron los servicios del transporte aéreo de pasajeros y carga, mostrando que en nuestro país, la gente tiene mejores opciones para viajar interna e internacionalmente.
Por lo menos en función de un determinado espacio de tiempo, quedan en segundo lugar las proyecciones de algunos expertos que consideran como base del crecimiento económico el comercio de exportación de nuestras materias primas tales como el gas y los minerales, que en este periodo soportan una crisis por la caída de los precios internacionales y las manufacturas, restricciones en su comercialización externa y una fuerte competencia interna.
Según las estimaciones del gobierno este proceso puede ser sostenible en el tiempo, debido a que la actividad de la construcción tiene un perfil de mayor crecimiento por la demanda social en busca de consolidar la vivienda propia o locales de negocio en edificios que se elevan en las zonas comerciales de las ciudades del eje central.
El movimiento señalado significa un crecimiento mayor del 9 % en la producción nacional de cemento y al mismo tiempo, aumenta la creación de fuentes de empleo para contingentes sociales que migran de otras ciudades para sumarse al boom del negocio de la construcción y al componente adicional de los servicios en negocios de comida, en diferentes categorías desde sofisticados hasta los más populares en los "patios de comida".
De acuerdo al criterio de los expertos en el manejo de la economía nacional, lo que marcan las cifras es el resultado de una positiva administración de los recursos públicos, lo que se traduce en un mayor movimiento económico en manos de los bolivianos que tienen más opción de invertir y gastar.
Sin lugar a dudas el hecho es positivo, pero algo está faltando, pues en el análisis global de este inusitado movimiento económico todavía persisten sectores de nuestra población que se debaten en la pobreza, en las ciudades se los encuentra en los cinturones marginales y hay otro porcentaje preocupante en comunidades del área rural. Posiblemente se trate de buscar un sistema que optimice de mejor manera la distribución de los beneficios sociales en el país.
Fuente: LA PATRIA
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