Se ha desatado un conflicto sindical del magisterio, por los desaciertos de algunas autoridades del Ministerio de Educación, con relación al proceso de institucionalización, sin respetar las normas establecidas para el ascenso jerárquico en los cargos administrativos, se observa la verticalidad en algunas autoridades del ramo, perjudicando el trabajo regular de las actividades educativas de la ciudad de Oruro. El proceso de institucionalización educativa ha tenido bastante tiempo sin poder concluir, ni respetar el espíritu del Reglamento del Escalafón del Magisterio, manifestándose todavía la burocracia administrativa.
Algunas algunas autoridades para implementar la nueva política educativa, están priorizando intereses individuales, egoístas, para beneficio de un determinado grupo, dejando en segundo plano los valores éticos y culturales, que contempla la nueva ley educativa, tanto se habla de transparencia y no se observa como tal, impera el temor a todo nivel, amenaza, sanción, exclusión, desconocimiento a la actividad sindical, implementando la pedagogía del miedo, violencia sistemática en contra de los maestros de aula y también de los estudiantes.
Se quiere aplicar el nuevo currículo educativo en forma vertical, el modelo educativo sociocomunitario productivo, gente que ha sido formada con mentalidad colonial y neoliberal, pensando que es la única alternativa para transformar la educación boliviana, desconociendo la participación sindical, indicando que el sindicato es una concepción occidental, de esta manera se estaría yendo en contra del fuero sindical. La educación boliviana necesita cambios fundamentales en forma periódica, para la formación de los estudiantes, haciendo lectura de la realidad social, económica, política de la población, para ello es necesaria la participación democrática, para efectuar congresos educativos que orienten la política educativa del Estado Plurinacional de Bolivia.
Antes de las elecciones generales los candidatos ofrecían diálogo, conversación, ofrecían gobernar con el pueblo, escuchando sus demandas de carácter económico y necesidades del pueblo, actuar con transparencia. Ahora que están en el gobierno esos candidatos que ofrecían trabajar con el pueblo, se han olvidado ya no quieren conversar, ya no quieren escuchar ningún pedido de los ciudadanos.
En su filosofía en el actual gobierno, hablan de la descolonización, lo primero debe ser que ellos se descolonicen porque están utilizando un lenguaje colonial, de dependencia, hacen gala del diálogo, sin embargo lo que se observa es la soberbia de las autoridades, sólo ordenar, amenazar, ultrajar a los trabajadores, a los maestros para que cumplan así sea contra su voluntad. Inculcando el miedo a los funcionarios, todo es amenaza, sanción, expulsión, alejamiento, venganza eso es lo que se observa, en las autoridades superiores, pero después están hablando de que están consensuando, estamos escuchando a los maestros de base, cuando se ve la unilateralidad de decisiones en las autoridades, no se respeta la diversidad cultural, la libertad de pensamiento, que es sinónimo de democracia.
El ejemplo de las autoridades educativas es la soberbia, el autoritarismo, violencia, el insulto a los ciudadanos, pareciera que ellos han descubierto la verdad y que el resto de la sociedad es gente mentirosa.
Algunas organizaciones sindicales, algunos dirigentes, tampoco defienden los intereses de los trabajadores, a la organización sindical lo convierten en su feudo para intereses personales y de grupo, han luchado para llegar a la Federación, una vez conseguida, ya no les interesa los intereses de sus afiliados, y si algo observan, reciben amenazas, sanciones de toda índoles, en la organización ya no se fomenta la actividad democrática, ya no existen asambleas para el debate, unilateralmente toman decisiones a nombre de las bases, sin respetar la expresión de todos los trabajadores de base.
Si esto sucede a nivel de autoridades, con las organizaciones sindicales, las consecuencias reciben los maestros de aula, este reflejo se manifiesta con los estudiantes, temor, hipocresía, pérdida de valores, ocasionando mayor violencia y delincuencia en la juventud, que no respetan la opinión de sus compañeros, sus ideas y se estarían orientando volver a una educación mono cultural, vertical, homogeneizante, sin respetar la diversidad cultural de pensamiento. Es urgente un diálogo sincero de parte de las autoridades educativas para superar el conflicto del magisterio orureño.
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