Si realizamos un simple análisis de las leyes y disposiciones vigentes en los diversos niveles en que se desenvuelve el Estado, la judicatura, el hemiciclo donde emergen las leyes nacionales o las que emiten y aprueban los municipios y las gobernaciones, el resultado es que hay tantas disposiciones que la ciudadanía las conoce muy poco o directamente las ignora, por lo que salta muy claramente el hecho de que algunas leyes son producto de las costumbres y se sabe que estas "hacen leyes".
El caso es que como todos buscan la mejor forma de satisfacer sus expectativas e intereses, entonces se van uniendo coincidencias y aplicándose costumbres que son parte del desempeño ciudadano, que quiérase o no en muchos casos están al margen de las disposiciones legales vigentes.
No toda pero una buena parte de la gente hace lo que quiere en la vía pública, deja basura donde no debe hacerlo, los niños y jóvenes siguen el mal ejemplo y dejan envases de múltiples refrescos y golosinas en las aceras, pese a que reciben algunas instrucciones de padres y maestros para no hacerlo.
Ciudadanos de a pie levantan la mano en cualquier parte para embarcarse en movilidades de servicio público, cuyos chóferes acceden a esos pedidos, lo mismo que para desembarcar pasajeros donde mejor les conviene. No hay señalización y menos disciplina para utilizar sitios de parada o embarque.
Todos protestan porque las aceras están ocupadas por el comercio informal o por el abusivo uso de espacio que los comerciantes aprovechan para extender sus puestos de venta, sin embargo por comodidad y mala costumbre compran en los sitios irregulares y no lo hacen en los puestos interiores de mercados.
Una disposición señala que las movilidades de servicio público no deben transportar pasajeros parados, especialmente en los mini buses, sin embargo por doble partida conductor y pasajero infringen la norma, sin que ninguna autoridad remedie ese mal.
Qué pasa en las dependencias de la administración pública, el asunto se complica por la mala atención de funcionarios generalmente malhumorados, prepotentes y molestos cuando deben brindar informaciones. Los ciudadanos forman largas filas y esperan pacientemente, inclusive para cumplir sus gestiones y hasta para pagar impuestos, con cuya recaudación se pagan salarios, sin que exista un buen servicio
En un plano de responsabilidades mayores las cosas van por el mismo camino de hacerlas "como sea", sin tomar en cuenta daños y perjuicios cuando se incumplen compromisos, cuando se ejecutan y aprueban obras de mala calidad e incluso algunas sin terminar.
Todos hacen lo que pueden y lo que quieren con tal de alcanzar sus propios objetivos, sin tomar en cuenta molestias o incomodidades que ocasionan en el entorno de sus actividades. Muchas circunstancias son propicias para infringir, eso se ve especialmente en las calles, el gran escenario donde son más las faltas y pocas las muestras de apego a las buenas costumbres y la disciplina ciudadana.
Muchas fallas colectivas son parte de un proceso de imitación, lamentablemente de lo malo y feo que se hace y no de lo bueno y edificante que debería tomarse en cuenta para mejorar nuestro modo de vida. En el hecho común y hasta tradicional, "las costumbres hacen leyes", pero lo ideal debería ser que esas "leyes populares" sirvan para vivir mejor, en armonía, con seguridad y comodidad, respetando nuestros derechos y cumpliendo nuestros deberes.
Fuente: LA PATRIA
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