Miercoles 17 de junio de 2015
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Abrir todos los parques nacionales para que sean explotados por las petroleras es algo que no había hecho ningún gobierno hasta ahora, ni siquiera el de Luis García Meza.
Y anunciar, además de eso, nuevos incentivos para que las petroleras se decidan a invertir no lo había hecho ni siquiera René Barrientos Ortuño.
Es que ahora, el gas descubierto por anteriores gobiernos se está agotando y el actual gobierno mira con angustia que se acaba la mamadera que estuvo chupando sin ni siquiera respirar.
Las medidas desesperadas que aprueba el Gobierno con el D.S. 2366 y las que se propone aplicar con leyes específicas, no han sido debatidas con nadie, con ninguna de las 36 nacionalidades, suponiendo que existieran y que se las respetara.
Un total de 24 millones de hectáreas del territorio nacional han sido abiertas, cubriendo once de las 22 áreas protegidas, porque el Gobierno necesita contar con recursos para hacer inversiones como las que hizo hasta ahora.
Si la medida va contra la Constitución, lo puede denunciar cualquier ciudadano, incluido el Defensor del Pueblo, y no hay razón para amenazarlo, como ha hecho el más versátil de los funcionarios del masismo, Héctor Arce, al que solo le falta ocupar el cargo de ministro de Salud para haber ocupado todos los existentes.