Martes 16 de junio de 2015

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Partimos de la premisa de que los que se dedican a la política pueden tener más o menos preparación de tipo académica, pero no pueden no tener formación política, que incluye elementos primordiales como la facilidad de interpretar las cosas, de adecuarlas a sus intereses, de cambiar de postura sin que se les mueva un pelo. Y lo que menos pueden los políticos es ser ingenuos.
En estos últimos días oímos una serie de declaraciones de personajes políticos, que representan a la llamada oposición, que inexplicablemente pecan de una ingenuidad rayana en lo incomprensible. En primer lugar declaran que no habrá reelección del presidente, porque sería ilegal y contra la Constitución, considerando ingenuamente que el oficialismo no hará uso de las armas que dispone con dos tercios en la Asamblea Legislativa para dictar una ley de modificación parcial de la Constitución y someter a referéndum este cambio para que se permita la reelección del presidente y vicepresidente. No hay que ser político para saber que, más temprano que tarde, eso ocurrirá.