Hasán Rohaní dos años de avances impensables y promesas incumplidas
14 jun 2015
Fuente: Teherán, 13 (EFE).-
Por: Álvaro Mellizo
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Hasán Rohaní cumplió dos años desde su sorprendente elección como presidente de Irán con un balance en el que reconoció "avances impensables" en temas como la negociación nuclear con Occidente o las mejoras económicas y donde quedaron en evidencia sus promesas incumplidas en materia social.
En una inusual rueda de prensa que ofreció en Teherán para los medios locales y extranjeros acreditados en el país, que se prolongó más de dos horas, el mandatario tocó todos los temas de la agenda local e internacional del gobierno y no esquivó ninguna de las cuestiones que se le plantearon en temas espinosos como la represión, la limitación de libertades o el polémico juicio contra el periodista iraní-estadounidense Jason Rezaian.
Rohaní apuntó en su haber desde que asumió la presidencia en agosto de 2013 los notables éxitos en el área económica y en las relaciones internacionales de su país, dos de las principales promesas que realizó en la campaña electoral que le llevó al poder contra todo pronóstico.
"El esfuerzo de este gobierno ha sido cumplir con las promesas en cualquier campo que se habían dado, es decir, salvar la economía, el renacimiento de la ética, y la interacción constructiva con el mundo que se prometió al pueblo en las elecciones", afirmó el presidente, un clérigo chiíta de tendencia moderada.
Así, Rohaní destacó que pese a las "inhumanas e ilegales" sanciones internacionales que lastran su economía, se logró controlar la inflación del 40% anual a aproximadamente un 15% y se retomó la senda del crecimiento tras la caída del Producto Interno Bruto (PIB) del 6,8% con la que culminó su mandato su predecesor, Mahmud Ahmadineyad (2005-2013).
Además, también indicó que el desempleo, una de las mayores lacras de la economía iraní, también mejoró en este período y tiene perspectivas de mejorar más en los próximos meses.
En cuanto a la cuestión nuclear, el presidente reafirmó la posibilidad real e inminente de alcanzar un acuerdo con las potencias del Grupo 5+1 (EE.UU, Francia, China, Reino Unido, Rusia y Alemania) que garantice a un tiempo la existencia de un programa nuclear pacífico de su país y el fin de las sanciones.
Todo eso sin renunciar a las "líneas rojas" establecidas por el líder supremo iraní, Alí Jameneí, lo que a su juicio constituye un "triunfo" de la República Islámica.
Según dijo, todo esto se debió a la fe que el pueblo iraní, que lo eligió en primera vuelta con más de diecinueve millones de votos, puso en un Gobierno de "moderación", que buscara encontrar "un ambiente estable y tranquilo" para la sociedad, sin "dudas sobre el futuro económico" y que permitiera el respeto a las libertades en el campo cultural y social.
"El pueblo votó a la moderación y la esperanza, con la intención de que el respeto a la ley vuelva al país. La moderación significa que todos los movimientos, sociales, políticos y económicos estén en el marco de las normas legales", añadió.
Eso fue un guiño velado tanto a los grupos reformistas que en 2009 protestaron contra el resultado electoral y que fueron duramente reprimidos como a los excesos cometidos en este campo por el gobierno de Ahmadineyad.
Sin embargo, acuciado por la prensa, Rohaní se vio obligado a reconocer que pese a su responsabilidad como garante de los derechos de la ciudadanía en el país, poco ha podido hacer para evitar que grupos radicales sigan impidiendo el desarrollo de fiestas y conciertos autorizados por las autoridades, tal y como hacían impunemente bajo el anterior gobierno y se limitó a subrayar la ilegalidad de estas acciones y a pedir que actué la Justicia.
Fuente: Teherán, 13 (EFE).-
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