Jueves 25 de marzo de 2010
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Hoy se celebra en todo el mundo el “Día del niño por nacer”. También la Iglesia en Oruro, con diversos actos quiere decir que está por la vida y condenar la cultura de la muerte.
La condenación del aborto no es, como muchos atribuyen, un capricho del Papa. Es una doctrina cierta, grave, invariable de toda la Iglesia Católica, desde que fue fundada hace 20 siglos. El Concilio Vaticano II, en nombre de la Iglesia entera, calificó al aborto de Crimen Abominable.
Crimen, porque es un auténtico asesinato, a sangre fría, aunque sea invisible el inocente asesinado vilmente; y Abominable porque se arrebata la existencia a un incapaz de defenderla por su cuenta.
Lo más trágico es que también dentro de la Iglesia se ha perdido el sentido del crimen. A muchos cristianos les parece indiferente el aborto, y hasta lo defienden en casos especiales, como si el crimen fuera menos crimen en esos casos. Se va formando una opinión pública que resta al aborto su maldad y hasta se pide que el Gobierno lo permita en algunas circunstancias. Son cristianos que ignoran que el aborto es una violación grave y vil del quinto mandamiento, tanto más despreciable en cuanto se verifica sobre una persona que tiene derecho a la vida concedido precisamente por los mismos que luego quieren arrebatárselo.
Fuente: LA PATRIA
