Verónica Lima Maldonado, pianista que impulsa la musicoterapia

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Desde muy pequeña Verónica Lima Maldonado se inclinó por la música, es así que a los 11 años empezó su carrera musical tocando piano en el Instituto Superior "María Luisa Luzio", donde formó sus primeras armas hasta consolidarse hoy como solista en la interpretación de este instrumento, además de impulsar la musicoterapia como una medida terapéutica en la prevención de estrés, ansiedad y otras patologías que afectan el sistema nervioso. De esta forma combinó sus dos grandes pasiones, la música y la medicina.

Desde hace dos años se encuentra trabajando en la Asociación de Promotores de Salud de Área Rural (Aprosar) impulsando el proyecto de musicoterapia en dos centros médicos; Barrios Mineros y centro de salud Candelaria.

Bajo este proyecto se demuestra que la música tiene beneficios terapéuticos, principalmente en la prevención de la salud mental, pues ayuda a contrarrestar efectos provocados por el estrés y la ansiedad.

Verónica se siente afortunada por la posibilidad de fusionar sus dos carreras y hacer lo que a ella le gusta.

En el ámbito artístico, tiene pensado realizar este año dos conciertos como solista, el primero de música variada y clásica entre otros géneros, y el segundo concierto interpretar música nacional, además participar en el Festipiano de Totora en Cochabamba.

A lo largo de su carrera fue galardonada en diferentes festivales, concursos y otras actividades, que le permitieron fortalecer su carrera como pianista; también formó parte del Trío Oblivion, que quiere decir olvido, obra de un reconocido compositor.

Para Verónica en sus primeros años de carrera no fue una limitación el no tener piano, ella persistió, su motivación fue inspirada y apoyada por sus padres, especialmente su mamá jugó un papel importante en la formación de su carrera, constantemente la estimuló para seguir en este arte.

Por ello, recomienda ser perseverante para alcanzar las metas que uno tiene, tener disciplina y seguir a pesar de las limitaciones que existan, pero lo más importante: poner amor a lo que uno hace.

Comenzó con la música clásica, interpretando melodías de sus compositores favoritos, entre ellos Beethoven, además de otros compositores de música latinoamericana contemporánea y música nacional.

El saber interpretar el piano la llevó a diferentes lugares, pues participó en festivales de La Paz, Cochabamba y Sucre.

"La música es una de mis grandes pasiones, junto a la medicina forman parte de mi vida, me siento satisfecha porque gracias a Dios fusioné las dos cosas que más me gusta", sostuvo.

Pide a las autoridades impulsar más la promoción del arte, pues todavía la sociedad de Oruro no está tan acostumbrada para participar en actividades culturales; sin embargo, existen avances importantes que deben ser aprovechados por las personas que les gusta el arte.

Fuente: LA PATRIA