Unas exhortación positiva y ponderable fue la expresada por el Primer Mandatario días atrás, a tiempo de posesionar a los nueve gobernadores del país a quienes les propuso "seamos socios", una oferta de cambio y un desafío para consolidar un gobierno participativo, respetuoso de la democracia y practicante de la equidad.
El Presidente propuso además tres tareas para consolidar las autonomías departamentales a partir de esta gestión, que también parece será la última en que el Jefe de Estado posesiona a los ejecutivos sub nacionales.
Entre las metas fijadas con prioridad está la necesidad de que los departamentos sean altamente productores, generen divisas y dejen de ser dependientes de las transferencias del Tesoro General de la Nación. Se entiende que en cada distrito se explotarán los recursos propios de la región y se establecerán por efecto de las autonomías las condiciones propicias para utilizar los beneficios de esa labor.
Otro planteamiento presidencial se refiere a la posibilidad de utilizar inversiones nacionales y departamentales para que los ingresos de los proyectos se queden en la región y en el país y cumplir objetivos de un pacto fiscal que elimine la inequidad actual.
Otro aspecto connotativo es que se establece claramente la transición al nuevo sistema de las autonomías, por lo mismo los gobernadores tienen la responsabilidad y el gran desafío de consolidar ese proceso que eliminará el factor adverso de centralismo.
Evo Morales, repitió muy animado su oferta a las autoridades y señaló que "pasadas las elecciones, ahora viene la gestión, viene el trabajo", propugnó hacer un trabajo conjunto con las gobernaciones y las alcaldías de toda Bolivia, "un trabajo para seguir reduciendo la pobreza y planificar el crecimiento económico nacional".
Lo manifestado es una muestra muy positiva que ha sido relievada en círculos políticos, especialmente de la oposición, pues la oferta planteada abiertamente contrasta con la posición que las altas autoridades del Gobierno mantuvieron hasta poco antes de la posesión de autoridades, cuando señalaron que "no trabajarían con quiénes no estén en el lado oficial".
Planteó también la opción de no buscar siempre inversionistas extranjeros sino más bien unir sinergias para fortalecer la economía nacional en tres áreas específicas: la agropecuaria, la minería y la energía. Pidió a las nuevas autoridades no descuidar la misión de apuntalar la aplicación del Seguro Universal de Salud, para cuidar el capital humano en todo el país.
Los planteamientos por supuesto formales están dirigidos a lograr que las tres áreas expuestas puedan rendir como los hidrocarburos, por lo que existe la esperanza de que sean cuatro pilares en adelante que le den a Bolivia los ingresos suficientes para consolidar su desarrollo.
Con ese planteamiento oficial, las cosas deberán marchar más objetivamente y los temores sobre trabas que pudieran darse en las relaciones Gobierno y autoridades están prácticamente eliminadas, por lo menos así se entiende de una oferta y una promesa de la máxima autoridad nacional.
Ya era tiempo de que en Bolivia entremos al proceso del entendimiento mutuo, colectivo si se quiere, pues para todos la expectativa es encontrar un mejor modo de vida, con libertad, justicia, equidad, pero sobre todo con amor, que aunque parezca una utopía, lo evidente es que debemos cumplir el mandato divino que dice "Amarnos los unos a los otros", única forma de convivir en paz y armonía.
Seamos socios, pero buenos socios, leales y respetuosos.
Fuente: LA PATRIA
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