Los cactus de Oruro dan frutas, flores y paletas para su consumo y la medicina

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Los cerros de Oruro, áridos casi todo el año, ofrecen una maravillosa presencia de cactus y, en algunos lugares, incluso aparecen bosquecillos, como si estuviesen levantando los brazos, para que nadie pueda pasar inadvertido. Los cactus viven en la punta del cerro de Pampa Aullagas (La Atlántida Perdida, como dice el investigador Jim Allen) o en las faldas de los cerros hacia Turco, Sajama o hacia Pisiga.

Los cactus crecen especialmente en las zonas áridas y se defienden de los depredadores con sus espinas. En el camino a Cochabamba, existen zonas especiales que ofrecen abundante fruto (las tunas) que, en la época del verano, se ofrecen carnosos y descubiertos en las carretillas que utilizan las comerciantes para su venta en las calles de Oruro.

“Es necesario conservar esta variedad de plantas, debido a que forma parte del ciclo ecológico y en ocasiones sirve como habitación para algunas aves, entre ellos el llamado pájaro carpintero, que realiza sus nidos en las alturas de los cactus para resguardarse de algunos depredadores, como las víboras”, explicó Gustavo López Badilla, investigador agrónomo, que considera a los cactus como las bellezas del desierto.

Los cactus se reproducen sin ser plantados. Las semillas de otros cactus se esparcen y empiezan a crecer en los cerros o en sus faldas, no precisamente en los lugares arenosos, sino en sitios pedregosos, ya que no requieren de una gran cantidad de agua para sobrevivir. Cuando son grandes, dan frutos muy dulces y nutritivos, tanto para el consumo humano como para el ganado vacuno. A nivel mundial, el desierto de Arizona de Estados Unidos o la frontera con México, ofrecen similares ejemplares que forman parte de leyendas e historietas que se plasmaron en el cine, para que los niños, jóvenes y adultos disfruten de los comics.

El departamento de Oruro tiene grandes zonas con cactus, pero nunca, o casi nunca, han sido apreciadas como especies forestales. Las investigaciones hechas por científicos han demostrado las cualidades de esta clase de plantas que forman parte del medio ambiente, porque sus frutos sirven para la alimentación y, porque a pesar de crecer en el desierto, son fuentes de agua potable, para casos de emergencia.

Los cactus son utilizados, por ejemplo en productos alimenticios (nopales, tuna), o para la preparación de bebidas (agave), o construcción de cercos (ocotillo), de adorno por sus hermosas flores (pitahaya y sahuaro).

Las plantas se han desarrollado desde hace cientos de años y aun existe una gran cantidad en algunos lugares. En los últimos años, el hombre ha explotado sin medida este recurso natural.

AVANCES DE LA INVESTIGACION

La doctora Mónica Nazareno, profesora de la Facultad de Agronomía y Agroindustrias de la UNSE e investigadora del Conicet, realizó un estudio sobre las sustancias bioactivas presentes en alimentos, pigmentos de origen natural, vitaminas y antioxidantes. En este marco, se desarrolló una revisión bibliográfica sobre las propiedades y usos medicinales de los cactus.

El análisis revela que tanto las frutas de los cactus como las infusiones de sus flores se emplearon tradicionalmente en la medicina popular para el tratamiento de úlceras, alergias, fatiga, reumatismo y para aliviar la resaca alcohólica, entre otros. Además, están demostradas sus propiedades reductoras de colesterol y obesidad, su acción preventiva en diabetes.

Las distintas partes de la planta del cactus: frutas, flores y cladodios o paletas, han sido tradicionalmente usadas con fines medicinales. Las cactáceas son plantas xerófilas, que presentan una gran variabilidad en su germoplasma.

Algunas investigaciones científicas recientes indican que ciertos productos obtenidos de los cactus pueden emplearse como aditivos alimentarios, principalmente fibras, colorantes y mucílagos.

En varios países americanos se comercializan fibras obtenidas de cladodios de cactus en distintas presentaciones como galletas, barras u otros tipos de alimentos.

Los expertos administraron cladodios de la planta de tuna (Opuntia ficus) a ratas hipercolesterolémicas, y lograron como resultado una disminución de sus niveles de colesterol total y triglicéridos. También son reconocidas las propiedades de las infusiones de pétalos de flores para prevenir el cáncer de próstata.

El uso de productos de cactus como cosméticos está aún más desarrollado que sus aplicaciones medicinales. Champúes y geles de baño, entre otros productos cosméticos son manufacturados y comercializados en varios países de América y Europa.

RESERVAS NATURALES

Las autoridades de la Dirección de Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Prefectura anunciaron la posibilidad de declarar como reservas naturales a las zonas donde existen cactus, especialmente aquellos lugares donde se generan frutos jugosos llamados pasacana (Trichocereus pasacana), cuya comercialización se ha intensificado desde hace diez años en Oruro.

Según el Centro de Ecología y Pueblos Andinos (Cepa), las zonas aledañas a la ciudad de Oruro están rodeadas de sankayo (Echinopsis maximiliana), airampu (Opuntia soehrensii) entre otros; que junto a otras especies arbustivas cubren las montañas andinas.

Por eso, se decidió apoyar la iniciativa de la Prefectura para preservar los cactus, porque es vital la preservación y aprovechamiento de estas especies, especialmente los que están ubicados en las serranías de Iroco y Chusekery, en la zona Sudoeste de la ciudad. Algunos cactus de estos lugares están en proceso de deterioro por la acción del clavel del aire, una plaga que no sólo se apostó en los árboles y los cables eléctricos de la plaza principal, sino también en los

cactus.

Fuente: LA PATRIA