Como se dan las cosas, la respuesta de Chile al pedido boliviano de un resarcimiento a miles de camioneros que estuvieron detenidos en la frontera durante nueve días por un problema de aduaneros del vecino país, merece una atención especial dadas las características del daño, que entre otras cosas refleja un abierto incumplimiento al Tratado de Paz de 1904, por lo tanto ese pedido no puede considerarse "destemplado".
Una pérdida estimada en alrededor de tres millones de dólares no puede soslayarse con una respuesta, esa si es destemplada, y proferida por el Canciller chileno queriendo evadir la responsabilidad de reconocer los perjuicios causados a miles de transportistas, empresarios y comerciantes por una huelga en la que nada tienen que ver los afectados.
"Las declaraciones destempladas del gobierno boliviano en contra de Chile, dejan cada vez más evidencia que el problema de Bolivia es con el Tratado de 1904. Por eso busca desconocerlo o revisarlo por cualquier vía posible", afirma el ministro de la diplomacia chilena.
Los hechos que son de dominio público, pues el enorme perjuicio ocasionado con un prolongado paro de funcionarios aduaneros de Chile, fueron registrados a nivel internacional por las connotaciones del hecho, dejando en la vía sin adecuada atención, sin alimentación, ni agua, ni cobijo a miles de transportistas que perdieron algo más de 200 dólares diarios, por encontrarse inmovilizados en las aduanas de Chile. ¿Quién causó el problema? La evidencia muestra claramente a Chile pues el problema, que no es nuevo y más bien es repetitivo, corresponde a problemas de su Aduana, comprobadamente.
El canciller chileno Heraldo Muñoz con referencia al reclamo boliviano, queriendo desconocer lo sucedido argumenta que "Esta utilización política del paro aduanero (chileno) muestra claramente la misma intención de incumplir el tratado de 1904" afirmó el diplomático de la Moneda.
No es posible comprender semejante desatino, queriendo mostrar el problema como político y que además Bolivia incumple el Tratado de 1904. Los camiones detenidos más de una semana eran bolivianos y se encontraban en ambos lados de la frontera con Chile, sumaron más de dos mil, perjudicados seriamente por una medida de paro que cumplieron funcionarios aduaneros de Chile. ¿Dónde puede atribuirse intención política a un conflicto estrictamente chileno?
Pero lo que molesta y sorprende es la tergiversada posición del canciller chileno cuando atribuye a Bolivia el incumplimiento del Tratado de 1904, desconociendo que el pedido de resarcimiento de daños se relaciona con un perjuicio ocasionado por funcionarios chilenos, que abiertamente vulneraron el Tratado de 1904, que garantiza el libre tránsito de mercadería de y hacia Bolivia, por los puertos de Chile.
No hay nada más claro, contundente e innegable el perjuicio que sufrieron miles de transportistas bolivianos y que tienen todo el derecho de exigir a los responsables el resarcimiento de las pérdidas sufridas, que Chile debe pagar sin atenuantes y sin torcer una evidencia de característica internacional.
No es la primera vez, vulnerar el derecho de Bolivia al uso de los puertos de Chile, es un hecho que se da con cierta frecuencia, sin que se reconozcan daños y perjuicios por una abierta infracción al acuerdo entre los dos países. Destemplada resulta entonces la respuesta de la autoridad chilena ante un conflicto a todas luces ocasionado por funcionarios de la aduana de ese país. Se trata de tres millones de dólares que Chile debería proponer cómo pagarlos, pues no puede eludir la responsabilidad en el daño inferido.
Fuente: LA PATRIA
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