El brote guerrillero de Ñancahuazú irrumpió en el país durante el gobierno del Gral. René Barrientos Ortuño, quien asume el mando de la Nación en Agosto de 1966. Sin embargo, los registros de esta hazaña, dan cuenta que ya con meses de anterioridad, los principales cabecillas de ese movimiento se habían infiltrado al país utilizando identidad falsas y documentos fraguados en países vecinos. Así, por decir algo, Ernesto Guevara de la Serna, el emblemático "Che", ingresó con el nombre de guerra Ramón Benítez Fernández y Adolfo Mena Gonzáles. Tamara Bunke Bider, su íntima compañera de armas, era la famosa Tania.
No obstante que la organización este movimiento era manejado por un núcleo de espacio muy reducido, los primeros meses de 1967 Barrientos recibe informes de su servicio de inteligencia, que dan cuenta de la presencia del Che en Bolivia y los aprestos para una erupción guerrillera. Al parecer todo se debió a los imperdonables deslices e indiscreciones de quienes manejaban la pulsión golpista.
A propósito de este punto el periodista norteamericano Tim Weiner nos entrega este dato: "In April 1.967 Barrientos told the American ambassador, Douglas Henderson, that his officers were tracking Che in the mountains of Bolivia" (En Abril de 1.967 Barrientos revela al embajador americano, Douglas Henderson que sus oficiales estaban rastreando al Che en las montañas de Bolivia") (1).
El Sr. Henderson transmite a su gobierno este perturbante informe, y entonces se ponen en marcha los preparativos militares y de inteligencia al servicio del Gral. Barrientos. Éste a su vez pone en pie su maquinaria bélica de contra insurgencia.
La CIA en el marco de las medidas prioritarias encomienda trabajos de inteligencia y coordinación militar, sin perjuicio de otros funcionarios concurrentes a esta labor, a dos de sus agentes de amplia trayectoria en operaciones de contra-insurgencia. Ellos son Félix I. Rodríguez, a quién le asignan el nombre de guerra "Capitán Ramos" y le otorgan un puesto de mando en las filas del mismo Ejército nacional. El otro toma el nombre de Eduardo.
Frente a estos acontecimientos "casus belli", la política de externalización para adiestrar y ejecutar planes operativos tácticos y estratégicos en el campo militar, siempre ha sido una constante de los centros de poder de los Estados Unidos. En esta línea de acción se designa al My. Pappy Shelton, integrante de las Fuerzas Especiales del Ejército de los Estados Unidos, como instructor militar de las tropas bolivianas. (2) "("El Guerrero de la Sombra").
Y a propósito de la correlación de fuerzas de ambos bandos, hay que dejar establecido que el grupo de combatientes del Che no pasaban de 50 hombres, según versiones de los mismos involucrados en esta campaña. Y el gravísimo error del Che fue el haber creído a "tontas y ciegas", en las versiones hiperbólicas sobre las "condiciones objetivas" para emprender la "guerra de guerrillas", que seguramente le brindaron sus "adelantos"; cuando la realidad de los hechos era otra y muy distinta de aquella" acuarela de fantasías".
Por eso mismo y a propósito de este "mal congénito" con que nació la guerrilla, Félix I. Rodríguez en su obra citada líneas arriba adelantada esta fatídica premonición: "Soon after Che entered the country he left La Paz, and assumed commad of a small force of communists in the countryside. It Was to be a fatal decisión" (Apenas como el Che ingresó al país él dejó la ciudad de La Paz y asumió el mando de una pequeña fuerza de comunistas en el campo. Iba a ser una fatal decisión") (3)
Como el propósito de este artículo no es redundar en hechos ya conocidos y relatados por diferentes personajes, vamos a prescindir exponer el desarrollo de combates, bajas, heridos y prisioneros, y sí limitar el trabajo a detallar acontecimientos, inéditos quizá, que han sobrevenido horas antes de la ejecución del Che.
Y para este cometido nos remitimos, inexcusablemente, a la versión que nos entregan Félix I. Rodríguez y John Weisman en su obra "El Guerrero de la Sombra", autores y actores de esos momentos dramáticos que le tocó "sobrevivir" al Che.
Según el relato de aquéllos, entre el 26 de Septiembre y la primera semana de Octubre de 1967, el Cnl. Joaquín Zenteno Anaya moviliza al Segundo Batallón
Ranger, compuesto por 650 hombres, bien equipados y entrenados por el My. Pappy Shelton. En el último combate que se desarrolla en el lugar conocido como Quebrada del Yuro, el puñado de hombres de la guerrilla es aniquilado. El Che y tres compañeros son capturados vivos. Son trasladados a la población de la Higuera y depositados en la escuela de este lugar.
La mañana del 9 el Cnl. Zenteno Anaya, sus inmediatos colaboradores y el "Cap: Ramos" se trasladan de Vallegrande a la Higuera. Aquí el Cnl. en una postura de reproche, formula al Che varias preguntas sin respuesta alguna. La comitiva sale del recinto e instruye al "Cap. Ramos" la ejecución del Che en el curso de la mañana.
Pero es aquí donde el ex agente de la CIA solicita al Cnl. Zenteno Anaya permitirle trasladar al Che rumbo a Panamá. "Le he recalcado -dice- que las instrucciones del gobierno de los Estados Unidos eran tratar de mantener vivo al líder guerrillero bajo cualquier circunstancia... y que mantener vivo al Che era de alta importancia para la Agencia".
(4) Esta solicitud niega el Cnl. Zenteno Anaya aduciendo razones de Estado y disciplina militar y retorna a Vallegrande.
Instantes después el "Cap. Ramos" va al encuentro del Che y nos relata esta brutal descripción: "He was a wreck. His clothes were filthy, ripped in several places and missing most of their buttons. He didn´t even have proper shoes, only pieces of leather wrapped around his feet and tied with cord" ("Estaba en la ruina (el Che). Su ropa era una inmundicia y con rasgaduras en todas partes y con gran pérdida de sus botones. Ni sus calzados eran suyos, sólo pedazos de cuero envuelto sobre sus pies y amarrados con cordel") (5).
Dirigiéndose al Che le dice: "Comandante he hecho todo lo posible a mi alcance, pero, las órdenes han venido desde el Comando Supremo de Bolivia". El momento de la verdad ha llegado". (6)
Aquí hay que dejar sentado que antes de la muerte del Che, son ejecutados por sus custodios del Ranger el Cap. René Martínez Tamayo ("Arturo"), Orlando Pantojas Tamayo ("Antonio") veteranos de la Sierra Maestra, y el dirigente minero de Huanuni Simón Cuba Saravia ("Willy"). (7).
El "Cap. Ramos" abandona el recinto y va al encuentro del Sargento Mario Terán y del Teniente Pérez, y añade. "I told him" (a Mario Terán) not to shoot Che in the face, but from the neck down. Then I walked up the hill and began making notes when I heard the shoots I checked my watch. It. Was 1:10 P.M. Che was dead".
(" Le dije (a Mario Terán) no dispare al Che en la cara, sino del cuello hacia abajo. Luego subí hacia la colina y empecé a preparar mis informes. Cuando escuché los disparos, controlé mi reloj, Era la 1:10 P.M.). El Che estaba muerto’’) (6).
Gainsborough Cutipa López.
CI. 501968 Or.
(1) Tilft Winer, "Legado de Cenizas". P. 325.
(2) Félix I. Rodríguez y John Weisman, "El Guerrero de la sombra" p. 156.
(3).Ibidem. P. 134. (4) Ibidem. P. 163
(5) Ibidem P. 165
(6 Y 7) Ibidem. P. 165.
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