Rol de madre

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Ser madre es una de las etapas que la mujer atraviesa y uno de los tantos roles que debe cumplir, ser madre representa varias responsabilidades, ya sea en el hogar como también en el trabajo, por lo mismo el cumplir este rol no debe ser tomado a la ligera y es necesario saber equilibrar el tiempo.

Hoy en día el rol que cumplen las madres es diverso ya que algunas trabajan o aún siguen cursando sus estudios, estos factores ocasionan que no puedan encargarse al cien por ciento de sus hijos, el cuidado de los mismos está a cargo de terceras personas.

Asumir el rol de madre puede llegar a ser costoso para algunas mujeres, dependiendo la etapa por la que atraviesan, algunas tienen miedo a comprometerse y dejar de lado las actividades que están acostumbradas a llevar y postergan la etapa de ser madres, o caso contrario algunas son madres a temprana edad y no asumen con responsabilidad su papel por la falta de madurez.

Es fundamental que una madre organice su tiempo y que busquen momentos de bienestar y puedan disfrutar de su día a día, de tal forma que sus hijos puedan aprender a disfrutar de su compañía, para lograr un clima de confianza con su hijo, en donde el diálogo sincero y genuino sea un axioma en su familia.

Dependiendo de la actividad que desarrolla la madre ya sea trabajo o estudio debe estar al pendiente del cuidado de sus hijos y no delegar ésta responsabilidad a otras personas que colaboran en la crianza de los niños como abuelas, hermanas, etc.

Las madres pueden interesarse de forma genuina por aquellas cosas que les gustan a sus hijos, ya que si saben sus gustos, temores, alegrías, tristezas, amistades, entre otras cosas, se convierten en madres que hacen que su hijo se sienta especial.

Para aquellas que son madres, y muchas veces se sienten agobiadas por las exigencias e idealizaciones de rol sobre lo que debe hacer una madre, es importante que se valoren alegrándose por todo lo que pudieron aprender del rol hasta el momento con aciertos y errores; porque de eso se trata: de amar el aprendizaje permanente que implica criar a los hijos, aceptando el proceso con responsabilidad y amor, por sobre todas las cosas.