A Belaúnde se le "acabó el camino" le quedaba seguir por río o avioneta
29 may 2015
Fuente: La Paz, 28 (ANF).-
Raúl Peñaranda U.
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El periodista Oscar Zeballos lo describió perfectamente: al empresario peruano Martín Belaúnde "se le acabó el camino" en Magdalena. Al prófugo de las justicias de Perú y Bolivia solo le quedaba seguir por río, hacia la frontera brasileña, o tomar una avioneta.
Fue atrapado a las 16:10 horas en Magdalena, Beni, en la casa de unos comerciantes, debajo de un montón de ropa usada, afirmó el periodista, de radio Iténez, integrante de la red Erbol. Había llegado, según las primera informaciones, la madrugada del lunes, seguramente después de haber viajado unas 24 horas, tras su fuga, acaecida el domingo.
El camino entre La Paz y esa localidad beniana debe atravesar Caranavi, donde el ex ministro de Gobierno, Hugo Moldiz, dijo que se encontraba, y luego unir Yucumo y San Ignacio de Moxos. En ese lugar pudo haber tomado dos vías ya que hay una bifurcación: una hacia el Norte, a Santa Ana del Yacuma, y otra hacia el Este, a Trinidad. El último tramo, antes de llegar a Magdalena, tendría que haber pasado por San Ramón.
En Magdalena estuvo varios días, según algunos reportes, probablemente intentando seguir su ruta hacia la frontera con Brasil, que está a solo a 100 kilómetros de distancia. El problema es que no hay camino, excepto uno que lleva a la vecina Bella Vista. Una inmensa selva anegadiza y hostil rodea toda la región. Las posibilidades de Belaúnde eran casi nulas. Estaba atrapado.
Podría haber intentado alquilar una balsa con motor, como las que suelen recorrer los ríos del Beni, hacia el Norte, para alcanzar a la frontera brasileña. El río que atraviesa Magdalena es el Itonamas, que llega al Iténez, en la frontera. Si hubiera seguido en auto hasta Bella Vista, el río que podría haber usado en esa localidad es el San Martín, que precisamente tiene su nombre.
Una avioneta era su otra opción, pero seguramente más riesgosa. Al final, no se sabe si por falta de recursos o por haber estado acorralado, no tomó ninguna.
El hecho es que tras la fuga, que al parecer no seguía un plan preestablecido y que concluyó cuatro días después de iniciada, mostró a un Belaúnde demacrado, delgado y con la barba crecida. Se espera que sea expulsado a Perú este viernes.
Concluye así casi un año de haber estado en la clandestinidad, primero siete meses después de que la justicia de su país ordenara su detención preventiva acusado de hechos de corrupción, y luego otros cinco en Bolivia, donde pidió asilo y estuvo en detención domiciliaria.
El ex asesor de Ollanta Humala, otrora un empresario poderoso y bien vinculado, no hizo nada más que agravar su situación judicial con su alocado intento de fuga.
Fuente: La Paz, 28 (ANF).-
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