En el Día de la Madre, con profundo respeto y veneración
28 may 2015
Víctor Hugo Herrera Apaza
Mayo es el mes del año en que recordamos fechas tan importantes y significativos, como el 1 de Mayo, "Día del Trabajo", 15 de Mayo, "iniciación de ferrocarriles", 24 de Mayo de 2008, "Día Nacional Contra el Racismo y toda forma de Discriminación, 25 de Mayo de 1809 "La Revolución de Chuquisaca", 26 de mayo de 1880 "La Batalla del Alto de la Alianza" y el 27 de Mayo de 1812, "Día de la Madre".
Por la trascendencia y primacía de estas fechas, tocaremos el 27 de mayo, fecha tan importante y significativa como ninguna otra en la historia de nuestra patria, el cual es el "Día de la Madre".
Es entonces que queremos llegar a todas las madres de Bolivia y en particular de Oruro, con todo nuestro sentimiento de amor, cariño y respeto, en este día tan grande.
Madre, primera palabra de cinco letras que aprendemos a pronunciar desde muy temprana edad y la última ala hora de dejar la vida, ya sea en son de despedida si ella queda, o en son de añoranza si ella ha partido antes.
Madre, cinco letras de oro, es el nombre del ser que nos ha dado la vida, por cierto con mucho dolor, pero con una ternura sin igual que solo ella pudo sentir. Es a ese ser, hecha madre que debemos agradecerle toda nuestra existencia, porque en la vida, no hay otra igual a ella, porque la madre es la primera y la última en desvelarse por conservar a sus hijos sanos y salvos por sobre todas las cosas del mundo.
Así es la madre, ésta es la madre, por tanto ya como adultos o jóvenes; ya como niño o adolescentes, debemos demostrar y en cada instante de la vida, mucho respeto, afecto y admiración; haciendo que nada ni nadie perturbe su tranquilidad, su bienestar y su alegría.
Si ahora esa digna madre, está a vuestra presencia, abrazadle como nunca antes, con profundo cariño y amor nunca antes expresada ni manifestada, y si por cosas del destino no la tenemos ya, llorad por ese hecho y que las lágrimas de nuestro ser, se conviertan en desahogo de sublime recuerdo.
Mas no olvidemos que la madre representa el valor supremo en este mundo. No hay nada que pueda igualársela, ni cosa que pueda comparársela.
Por todo esto, el respeto y la veneración a ella debe ser franca, abierta, desinteresada y constante, por sobre todas las cosas, sean éstas materiales o espirituales. La madre es el fundamento de la vida aquí en la tierra, sin la madre no habría existido la humanidad, es el único ser de la vida que nos alimenta y lo ha hecho desde siempre.
En consecuencia nuestro deber de hijos es respetar y hacer respetar por sobre todas los males y nunca permitir que alguien ofenda o malogre su bienestar personal; ya que de permitir, no sólo somos cómplices, sino criminales contra la moral y la conducta social de nuestro tiempo.
Ahora es cuando debemos reflexionar en la búsqueda de la felicidad entera, para todas las madres y seguros estamos que esa felicidad, se funda en el amor más tierno y puro de nuestro ser hijos y dignos de ser de ella.
Hombres, jóvenes, adolescentes y niños, en este día tan especial hagamos el compromiso formal de nunca más faltar y ofender a la madre; a nuestras madres, por tanto, nuestra veneración no sea tan solo cada 27 de Mayo, sino cada instante de nuestra existencia.
Felicidades en tu día, Madre mía
Oruro, 26 de mayo de 2015
(*) Profesor de Ciencias Naturales
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