Cambio climático y bajas temperaturas

Una densa neblina cubriendo la ciudad, el frío húmedo e intenso que calaba los huesos, ese fue el panorama que percibió ayer la ciudadanía, al despertar, fenómeno pocas veces visto en esta urbe, hasta se puede decir con certeza que el ambiente en un refrigerador era más agradable y tibio que el que se vivió en Oruro.

Este descenso tan extremo de la temperatura en Oruro se debe al cambio climático, del que hemos sido testigos desde hace algunos años en todo el planeta Tierra. Aunque a muchos nos cueste admitirlo los responsables de esos fenómenos, que hoy nos causan incertidumbre, somos los propios humanos, que hemos agredido con tanta saña a nuestra Tierra que ahora nos muestra las consecuencias del daño que causamos.

Los inviernos, al menos en el altiplano, cada vez están más crudos, y aunque el reporte del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) indica que la variación del clima de este año con relación a la misma época de la gestión pasada, vale decir el año 2014, es mínima y poco significativa, la sensación térmica indica lo contrario.

Aunque se han hecho esfuerzos para frenar el cambio climático en el mundo, al parecer son escasos y no muestran grandes resultados, por lo que se debe redoblar la voluntad de todos y cada una de las personas que habitan el planeta a fin de conseguir un alto y retroceso en esa desesperante situación.

El otro camino, quizás no el aconsejable, es la resignación.

Como se reiteró en varias oportunidades, a través de esta columna, la única posibilidad viable que tenemos los humanos es ponernos la mano al pecho, e iniciar una campaña seria en la que comprometidos y con determinación se asuman las medidas necesarias para evitar más contaminación, más daño a la naturaleza y al medio ambiente.

Fuente: LA PATRIA