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Domingo 24 de mayo de 2015

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Cultural El Duende

Anarquista y revolucionario del teatro

24 may 2015

Testimonio de Stefan Gurtner (*) sobre la vida de Liber Forti, recientemente fallecido

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Cuando se visitaba a Liber Forti, por lo menos se necesitaban tres o cuatro horas. Aun cuando él ya estaba muy encima de los noventa, le gustaba conversar mucho. La mayoría de las veces contaba anécdotas de su larga vida o comentaba críticamente a los políticos, sean estos de la izquierda o de la derecha. Liber Forti era el predecesor del teatro social y del anarquismo en Bolivia. Cuando una vez yo le pregunté si como huésped extranjero tenía el derecho de ocuparme de las injusticias sociales en Bolivia, citó al cantautor argentino Facundo Cabral: "El mundo es mi casa." A Cabral se le llamaba el "trovador de la paz". Irónicamente fue asesinado en el año 2011 después de un concierto en Guatemala. "Si el mundo es nuestra casa, tenemos el derecho de expresar y desarrollarnos libremente en el lugar, donde el destino nos ha puesto", continuó Liber.

Él mismo a menudo fue considerado un "extranjero indeseado", porque llegó a Bolivia en el año 1926 con sus padres argentinos, que eran refugiados políticos. En 1946 fundó en Tupiza la legendaria comuna teatral "Nuevos Horizontes". Su cuartel general era una pequeña imprenta que su padre le había dejado y que ahora servía al grupo para asegurarse su existencia e imprimir su propio material gráfico, entre otros una revista teatral que con algunas interrupciones seguía apareciendo hasta la actualidad. El 21 de julio de aquel año 1946 estaba en la plaza Murillo en La Paz, junto a unos camaradas del movimiento anarquista local que estaba visitando. Impotentes tuvieron que ver cómo fue derrocado el presidente Gualberto Villarroel por una turba provocada por terratenientes y propietarios de minas, porque él quería dar más derechos a los trabajadores y liberar a los indígenas de la servidumbre y del pongueaje. "Hasta hoy veo a Villarroel, colgado de un farol en la plaza Murillo, no puedo olvidarlo nunca", recuerda, visiblemente conmocionado.

Después del asesinato de Villarroel, el movimiento anarquista en Bolivia fue perseguido cruelmente. Liber tuvo que ocultarse en la casa de una de sus amigas anarquistas. A media noche fue despertado por una ráfaga de disparos. Pensó que ahora había terminado todo, pero la amiga le indicó que ella vivía directamente detrás del cuartel donde practicaban prácticas de tiro y que se tranquilizara? que era el lugar más seguro para esconderse.

El susto sufrido no evitaba que él y los "Nuevos Horizontes" giraran por muchos años por Bolivia, especialmente por los innumerables campamentos mineros que existían en aquel tiempo, con las piezas más progresistas de su tiempo. A veces presentaban sus obras con la luz que llevaban los mineros en sus cascos a falta de luz eléctrica. Esta actividad acercó a Liber a la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia, más tarde a la Central Obrera Boliviana, de la cual fue secretario de cultura de 1962 a 1985. En este cargo participó en la creación de la Universidad Nacional Siglo XX y de una cadena de emisoras radiales, como asesor político colaboró en la redacción de muchos documentos y manifiestos. Sin embargo, nunca militaba en un partido político. Para él, la cultura, especialmente el teatro, tenía suficientes elementos para formar conciencia: "El teatro tiene la perspectiva de unir en torno a la fraternidad y la belleza. El arte es demasiado revolucionario. Te propone una forma de ser mejor. No necesita de partidos."

Cuando en Bolivia a partir de 1964 gobernaban varias dictaduras militares, Liber Forti fue detenido, torturado y expulsado del país varias veces. Pero volvía clandestinamente para seguir luchando por la democracia.

"Una vez has contado que te encontraste con Fidel Castro", le hice recordar en una de nuestras conversaciones.

"Es verdad, estuve en Cuba como miembro de una delegación sindical. Fidel me preguntó respecto a las posibilidades de una guerrilla en Bolivia."

"¿Y qué le respondiste?"

"Le dije que no veía ninguna posibilidad de éxito y que sólo una gran sublevación popular podía derrocar a los militares. En seguida, Castro rompió la conversación conmigo."

Liber era un convencido pacifista y rechazaba tajantemente la lucha armada para forjar cambios sociales. La historia le dio la razón, pues la guerrilla en Bolivia al mando de Ernesto "Che" Guevara, resultó en un desastre y terminó con la muerte del legendario comandante argentino-cubano.

Liber tenía toda una vida una aversión muy marcada respecto a entrevistas y a todo tipo de actos públicos. Todos sus documentos y manifiestos los escribía en primera persona plural y firmaba como "Nuevos Horizontes" o con el nombre del sindicato. En el transcurso de su vida juntó en su casa una gigantesca biblioteca. Todos que preguntaban por un tema determinado, recibían inmediatamente una fotocopia de un libro que trataba el tema - como conociera de memoria cada uno de sus libros. Qué bien se sentía uno después de un encuentro con este singular ciudadano del mundo, que nos trataba como hermanos en todo el sentido de la palabra.

(*) Stefan Gurtner. Miembro de PEN Bolivia, escritor y director del grupo de teatro Ojo Morado

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