Cuando entramos a la última semana de mayo, un mes de varias celebraciones, que comienza con la recordación del hecho especial que se produjo en Chicago hace años, dando paso a la conmemoración del Día Internacional del Trabajo. En nuestro país la fecha sirve para regocijo laboral y desde hace algunos años para disponer medidas oficiales a favor de los trabajadores, especialmente se anuncia el aumento salarial y este año algunas medidas conexas.
Dadas las características de las relaciones entre Gobierno y el organismo laboral, la COB, se esperaban varias medidas aprobadas con antelación entre partes, por lo mismo favorables a los trabajadores, empero no sucedió lo que se esperaba y más bien existió algún desajuste en los acuerdos, pues la presencia laboral no fue parte de la celebración oficial del 1ro de mayo.
Se recordará que mediante D.S. se formalizó el aumento salarial del 8,5 % al salario básico y de 15 % al salario mínimo nacional para los sectores público y privado, en acuerdo con la COB, pero sin participación del sector privado que tiene bastante responsabilidad en el sostenimiento de fuentes de empleo, que sólo recibe instrucciones con decisiones unilaterales. El incremento deberá pagarse hasta fines del mes en curso, pese a un pedido empresarial para disponer ese pago en cuotas, por lo menos en un par de meses. Nada que ver.
Entre las otras cosas del primer día de mayo, la medida salarial aclara que el aumento no se aplicará a trabajadores de empresas públicas que no demuestren utilidades, son la mayoría de las que funcionan bajo tuición estatal.
Pero lo que llamó la atención fue que mediante una disposición "oficialista", (DS 2348) en adelante las organizaciones sindicales requieren del "aval" presidencial "para su reconocimiento", dizque con el motivo de "garantizar la unidad monolítica de los trabajadores y evitar que las fuerzas de los trabajadores se diluyan". Primera reacción laboral, rechazo a tal medida y ausencia de la COB en los actos del Día del Trabajador?pero, se trata de una medida que no ha sido modificada, lo que significa vulnerar la independencia de los sindicatos.
Se sabe también que algunas negociaciones entre la dirigencia de la COB y el Gobierno a través de su ministro de trabajo no avanzan en la medida que se esperaba debido a una serie de desacuerdos sobre la aplicación de reformas en la Ley General del Trabajo, instrumento que ha sido objeto de muchos cambios, pero que sigue adoleciendo de muchas falencias, según los trabajadores, en perjuicio de los asalariados, aunque también en el sector empresarial se espera llegar a ciertos acuerdos para evitar presiones que afectan las actividades del sistema productivo privado.
La posición laboral que estuvo marcando un acercamiento muy activo con el sector gobernante, parece que ha sufrido una merma en esa compatibilidad ocasional, de ahí que algunas exigencias de los trabajadores deberán ser consideradas por la vía abierta de la ley laboral, sin que prime la asistencia "amigable" de dirigencia y Gobierno. De momento el caso de los mineros asalariados del Estado.
Lo que viene de inmediato tendrá connotaciones particulares, especialmente para el sector empresarial que deberá pagar hasta el último día del mes el retroactivo del incremento salarial aunque sus cuentas confronten problemas por diversos factores adversos. Por este lado, es difícil exigir mayor inversión y producción si se ajusta el cuello del sector privado. Por el otro, el laboral, la tarea de "sana sana" demora en aplicarse.
Fuente: LA PATRIA
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