Tensa situación es la que se vive en el sector de Lagunillas Pampa de la comunidad de Pongo Queñuani del municipio de Caracollo, donde varias familias orureñas han sido obligadas a dejar sus hogares y cultivos, a través del amedrentamiento y violencia ejercida por comunarios del departamento de La Paz que reclaman el territorio como parte de la provincia Inquisivi.
Según versiones de las personas afectadas, la gente de La Paz les habría dado como plazo final para abandonar las tierras en disputa, hasta las 10 de la mañana de ayer lunes, con la amenaza de volver a actuar como el fin de semana, cuando algunas casas fueron quemadas, junto a pastizales y cebada.
“Han quemado nuestras casas, han venido por las noches desde el día viernes reventando dinamitas para asustarnos. Nuestros niños ya no quieren ir ni a la escuela por miedo”, manifestó una de las afectadas, que prefirió no ser identificada.
LA PATRIA visitó el lugar de conflicto, junto a una comisión del Ministerio Público, encabezada por el Fiscal Departamental, Orlando Riveros, donde se pudo constatar las denuncias de los pobladores orureños, además que se recogió algunas declaraciones de dos menores de edad, que aseguraron haber sido agredidas y amenazadas, para que abandonen sus tierras.
Ambas menores y sus madres, apuntaron al señor Hilarión Padilla como uno de los cabecillas de quienes estarían amedrentando a los comunarios orureños. Esta persona según las versiones de las víctimas, sería trabajador en la mina de Colquiri y además secretario de agricultura de la comunidad paceña de Jampaturi, que colinda con Pongo Queñuani.
Durante la inspección realizada por la comisión de fiscales, se pudo advertir la presencia de pobladores paceños que observaban desde los cerros e hicieron un seguimiento constante durante todo el tiempo que duró la visita.
Uno de ellos, que vestía ropa de trabajo de la empresa minera de Colquiri y se identificó como Juan Carlos Choque, se acercó a la comisión y señaló que el era dueño de una de las casas afectadas por el fuego, aunque no quiso dar mayores detalles, porque no había estado presente cuando eso sucedió.
Posteriormente cuando la comisión abandonaba la zona, a través de un llamado telefónico, una de las comunarias orureñas, pidió que los policías y fiscales retornen pues estaban siendo agredidas.
Efectivamente esto fue comprobado, pues a la distancia se pudo advertir que cerca a 50 personas, presumiblemente del lado paceño, descendieron de los cerros haciendo escapar a los pobladores de Oruro junto a su ganado, lanzando amenazas y agitando ondas en las manos.
Las autoridades también fueron amenazadas por lo que la comisión decidió abandonar la zona, por el poco personal policial presente, evitando cualquier daño personal o material.
De momento la zona fue abandonada por las familias orureñas, quienes no saben a dónde más recurrir, porque ya hicieron denuncia ante la fiscalía de Caracollo, a la policía e incluso habrían hablado con gente del Ministerio de Autonomías.
Fuente: LA PATRIA
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