Viernes 15 de mayo de 2015
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Editorial y opiniones
La posible re-reelección presidencial y la consolidación de la dictadura
15 may 2015
Adhemar Ávalos Ortiz
Nuestra historia patria no deja de estar plagada de ambiciones y caprichos de toda laya. Y se hace absolutamente cierta la frase: “El poder envilece y el poder absoluto sataniza”. Las pérdidas territoriales del país han sido provocadas, más que por la angurria de los malos vecinos que hemos tenido y tenemos, por los apetitos de gobernar sin frenos, y control popular, de una serie de sujetos, incapaces los más, a los que solamente les interesaba su bienestar y no la situación nacional y especialmente el nivel de vida de los que juraban defender. Ahí tenemos a Melgarejo como el ejemplo más claro. Fue un individuo ignorante que regaló extensos territorios a Brasil y Chile como si Bolivia hubiera sido su hacienda particular.
Otros respondieron exclusivamente a sus intereses de clase como Campero, Pacheco, Arce; Baptista, Fernández Alonso y Montes. Estos entregaron el Litoral a Chile en las peores condiciones posibles para el país ya que lo único que les interesaba era exportar los minerales extraídos de las minas de Potosí y Oruro para enriquecerse en poco tiempo. Y nada les importó asociarse con empresas chilenas y el capital inglés. La traición a la Patria era una categoría histórica que conocían pero que no la aceptaban como consecuencia de sus acciones nefastas. Su legado es sombrío y lleno de hechos reprobables. Representaban a una oligarquía insensible y criminal, aunque qué oligarquía carece de estas cualidades.
