Viernes 15 de mayo de 2015

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Esta legendaria mina de estaño ha marcado la historia republicana del país y es la vedette de turno ahora que una nueva crisis del precio de los metales en el mercado internacional, golpea las arcas del Estado y de operadores mineros. La mineralización del cerro Pozoconi fue descubierta por el español Bernardo Cabrera en 1745 aunque la historia de este yacimiento de estaño – uno de los cinco mayores del mundo- empieza en los años tempranos del Siglo XX. Es pues una larga historia de esfuerzo, de luchas y vaivenes políticos generados por el control de esa riqueza. A 270 años de su descubrimiento y a poco más de un siglo de inmisericorde explotación, todavía seguimos en la brega y hacemos planes de ampliar faenas e Ingenios Metalúrgicos como si la riqueza estannífera de este cerro fuera eterna. No es así y como se anotó en esta columna, vivimos la declinación de reservas, de leyes del mineral que se extrae y de los concentrados que van a la fundidora VINTO.
La situación actual en el distrito es muy delicada, se ha opinado mucho sobre posibles soluciones, pero hay un vacío sobre ciertos hechos que debieran tomarse en cuenta cuando de esto último se habla. Las reservas (según la poca información oficial que sale de la empresa) son un poco más de siete millones de toneladas, no se conocen leyes ni ubicación de las mismas y se estima su vida útil en un poco más de ocho años al ritmo planeado de explotación de 3.000 toneladas/día (TPD), si estos datos y las expectativas técnicas de la empresa se cumplen. La producción de la mina tiene dos fuentes: selectiva y guía mina en el léxico de la empresa, el Ingenio trata la producción mina y relaves (residuos de concentración mineral natural y/o de Ingenios). La planilla actual de trabajadores es de 4.163, de los cuales 3.538 cumplen funciones específicas en mina e Ingenio. De estas características se puede deducir que hay un componente alto de minería informal selectiva que gradúa a lo que se conoce como Jukeo en el léxico minero (Highgrading en el léxico actual), que hace una explotación selectiva de zonas de alta ley y justifica la abultada planilla de trabajadores. En el caso del Ingenio, aparte de cargas de la mina, se tratan desechos de explotaciones previas en un intento de mejorar las leyes del mineral. Esta situación es muy delicada si se considera que se tiene una rampa de acceso a reservas de la parte profunda del yacimiento, una inversión de alrededor de 12 millones de dólares, que suponía una minería donde la mano de obra debería ser secundaria frente a maquinaria y tecnología.