Los detalles que se conocen sobre el proyecto del Puerto Seco son realmente preocupantes, pues muestran que evidentemente hay cuestiones muy delicadas que entorpecen el avance de su consolidación, lo que perjudicará ostensiblemente la perspectiva del desarrollo orureño.
Por una parte, un funcionario del Gobierno Autónomo Departamental denuncia que el proyecto no avanza por “intereses del Comité Impulsor” señalando que en esa instancia no existe criterio técnico y se pierde tiempo en aspectos que se relacionan con terrenos aledaños a la infraestructura del Puerto Seco y no se trabaja en otras áreas que avancen hacia la consolidación del anhelo departamental.
Se entiende que la falta de coordinación entre los responsables del trabajo elaborado por la Cuenca Poopó no tiene relación con la sección de Planificación de la Gobernación que es el ente competente para la elaboración y aprobación de los proyectos.
En opinión de un asambleísta que ha estado haciendo seguimiento del caso, el proyecto del Puerto Seco fue fondeado por el Gobierno desde que se planteó una salida o tráfico de mercadería por el Puerto de Ilo en el Perú, privilegiando a La Paz y postergando a Oruro como sucedió con la carretera Patacamaya – Tambo Quemado y lo que sucede con la variante Caracollo – Caihuasi.
Se hace referencia a la demora en la constitución de la Sociedad Anónima Mixta incluyendo al sector empresarial y otras entidades para viabilizar la parte legal del proyecto y su avance en contactos internacionales para conectar los servicios desde el Puerto Seco de Oruro con los puertos chilenos del Pacífico.
Por su parte, la autoridad departamental refiere que un equipo multidisciplinario se encargará de revisar el proyecto a diseño final del Puerto Seco, confirmando que el mismo ha sido concluido y el avance de obra a la fecha se observa en el muro perimetral, cuyo trabajo ha terminado.
La conformación de una comisión técnica permitirá, por lo menos eso sería lo deseable, revisar el proyecto a diseño final y establecer si fuera necesario algunas modificaciones que sean recomendadas con respaldo jurídico y técnico, para que obviando actitudes de intereses mezquinos, posibilite la concreción del Puerto Seco orureño.
Un complemento práctico que elimine la serie de vacilaciones y dudas sería el trabajo inmediato de esa comisión o equipo especializado incluya profesionales orureños conocedores del tema, además de empresarios y representantes institucionales que trabajen con sentido regionalista y eliminen los factores adversos que todavía prevalecen desde que se puso en marcha este proyecto que data del año 2004, es decir más de una década, tiempo en que repetitivamente se han producido trabas de variado orden, hasta el que se denuncia en la actualidad como una interferencia gubernamental.
El Puerto Seco es un proyecto alternativo de orden comercial que posibilitará el tránsito de todo tipo de mercadería en su recorrido entre puertos del Atlántico y del Pacífico, a través del corredor bioceánico que tiene extensa parte de su infraestructura en territorio occidental de país y en lo que corresponde a Oruro, vale la pena exigir la conclusión del último tramo de la carretera asfaltada hacia Pisiga, como complemento vial que active el movimiento del Puerto Seco de Oruro.
No es posible seguir dando vueltas al asunto, nuestras instituciones y en cuestión de días más las nuevas autoridades deben tomar decisiones de orden prioritario para activar lo que falte en materia de trámites que legalicen el Puerto Seco y el avance de su construcción. Oruro no puede permitir que este anhelo sea fondeado.
Fuente: LA PATRIA
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