Una visión esencial de la formación profesional en la Educación Superior
13 may 2015
Alfredo Gutiérrez Urzagaste
En el mundo actual hay un discurso generalizado de políticos, filósofos, pensadores, científicos, sociólogos, medioambientalistas, futurólogos, innovadores, todos dicen en coro “La Educación es la clave del éxito, es la clave de todo desarrollo y proceso de transformación”.
Vivimos en un mundo globalizado de cambios cada vez más acelerados en el conocimiento, en la ciencia, tecnología, en los movimientos sociales. Los paradigmas de aprendizaje están cambiando. La conciencia de la realidad está cambiando, hay fuertes tendencias por aceptar la visión compleja, sistémica, ecológica, holística, la relatividad del tiempo, del espacio, de las cosas y sus fenómenos.
En esta realidad el análisis de la Educación Superior es muy complejo depende de la visión que se la tome. Este análisis no desea entrar en la complejidad de la formación profesional sino se orienta a la esencialidad de su misión, en este mundo cambiante, globalizado, diverso, plural y en permanente crisis. La Educación Superior, esencialmente: es la mente creativa de todo el sistema: forma profesionales creativos; es el corazón de la justicia social; es la sangre que extiende lo nuevo y bueno a todo el sistema.
Extiende las innovaciones, lideriza los movimientos sociales para el bien de todos. Comparte sus experiencias, su información, sus investigaciones, comunica sus innovaciones. Se nutre de las nuevas teorías, de la robótica, nanotecnología, marketing, aplicadas a la producción y su distribución. Esta esencia va evolucionando de acuerdo a los cambios, cambiando los requerimientos laborales y los perfiles profesionales.
Hoy en día las empresas de mayor tecnología requieren profesionales de “mente creativa”, y las empresas con poca tecnología requieren de “calidad manufacturera”.
La lectura de la realidad de nuestros sistemas productivos, la visión futura de este sistema que se desea lograr, la visión de desarrollo humano, la visión de Estado que se desea alcanzar, nos dará la respuesta de cómo debe ser el currículum, la didáctica, la pedagogía de la formación profesional en las universidades y en los institutos técnico tecnológicos.
Una verdad difícil de ocultarla, es que los sistemas productivos que dan mayor valor agregado a sus productos son los que generan mayor riqueza, por eso, los países económicamente poderosos con los mejores índices de calidad de vida son creativos, buscan dar mayor valor agregado a sus productos y servicios. Y esto se logra con una mejor educación, por eso estos países tienen como prioridad invertir en educación con altos presupuestos. Esta debería ser una política de Estado que nos una a todos los bolivianos “poner nuestra mayor inversión en el recurso humano”, dar a cada boliviano la mejor educación, aquella que nos lleve a una Vida Superior.
Los sistemas productivos, con alto valor agregado, requieren más ingenieros, científicos, técnicos calificados: “mentes creativas” y en menor proporción profesionales de las ciencias sociales. Los sistemas productivos que se basan en la producción de materia prima o productos con poco valor agregado generalmente requieren de mayor mano de obra calificada, técnicos y pocos ingenieros. En ambos sistemas se forman pirámides de personal profesional diferente. Y para su formación e instrucción se diseña currículums, se asume didácticas y pedagogías pertinentes y diferentes.
¡Basta de agotar nuestros recursos naturales! Con una economía basada en la explotación de materias primas. No es suficiente educar para producir, hay que educar para crear y dar mayor valor agregado y calidad al producto.
Las grandes empresas millonarias como Google, Apple, microsof y otros, tienen como principal ocupación formar corporaciones de “mentes creativas”, visionarios, futuristas, científicos, ingenieros. El ingreso monetario anual de solo una de estas empresas es casi el doble de nuestro ingreso nacional. Estas empresas se focalizan en la innovación y el valor agregado.
Debería ser una política de estado nacional colocar a nuestras mejores mentes creativas, científicos, profesionales en todo el sistema educativo: superior, regular, alternativo. Los profesionales con mayor reconocimiento social deberían ser los que dedican su vida y están en la educación transformando el mayor capital de la producción y de la Vida Social: que es el “humano”.
La calidad y excelencia del recurso humano, vital para todo sistema social y productivo, no sólo depende del Sistema de Educación Superior. La base está en la Educación Inicial, Primaria y Secundaria, y la motivación del Estado conformada por instituciones públicas y privadas. Si no hay calidad en estos subsiste mas difícilmente habrá calidad y excelencia en el profesional recientemente egresado. Por lo tanto, la Educación Superior, tiene que tener un diálogo de calidad y excelencia permanente con la Educación Secundaria, y ésta con la Primaria e Inicial.
Auguramos, que la premisa esencial del sistema educativo sea crear un mundo mejor desde nuestras mentes, nuestros corazones nuestros talentos para transformar el futuro a una Vida Superior donde reine la justicia, la paz, el amor, la armonía, y el bien sea para todos. Ninguna Educación Superior puede estar lejos de estos principios universales básicos y esenciales.
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