Conservar o destruir el patrimonio orureño: El teleférico un apresurado proyecto político

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En estos días se viene tratando de la remoción y destrucción de la explanada norte de la Avenida Cívica “Sanjinés Vincenti”, más precisamente el sector de graderías y la llamada Plaza del Folklore; lugar muy conocido por ser recurrente anual de la tradicional “Alasitas” y juegos populares, como la llamada “suerte sin blanca” en días previos al Carnaval orureño, que es de fama conocida en el mundo, por su título de Obra Maestra, otorgado ni más ni menos por la Unesco.

Los técnicos que elaboraron este proyecto, parece ser que, no tomaron en cuenta el efecto negativo en lo patrimonial y social.

La voz de alarma a esta destrucción la dio inicialmente el Arq. Carlos Delgado Murillo, quien, como gestor cultural e investigador del patrimonio, dio a conocer su investigación, por lo que algunos nos sumamos a esta defensa del Patrimonio de los orureños por diversas razones de veta histórica, cultural, folklórica, arquitectónica y demás puntos, que no contradicen el desarrollo y progreso que debe tener la ciudad, pero sí conservan los valores que hacen a nuestra identidad.

Por lo que aquí algunos elementos que deben ser considerados por el Municipio, la Gobernación e instituciones de Oruro.

EL CERRO HUAYNA KASA

Ese accidente geográfico, ese promontorio sobre el cual están las graderías de la Avenida “Sanjinés Vincenti”, antes se conocía por nuestros abuelos como el cerro Huayna Kasa, cuya traducción más o menos es “el joven frágil”, así lo reflejan las Actas municipales de 1926, como se transcribe: “Reunida la Junta de Almonedas Municipal compuesta de los señores Presidente del H. C. Municipal Don Luís Herrero, Doctor Alejandro Urquidi, Fiscal de Partido primero; Don Natalio Condarco, Director de los Tesoros Municipal y de Instrucción Don Daniel Iturralde Comisionado de Hacienda y el suscrito Notario Municipal a efecto de proceder al remate de unos lotes de terreno ubicados en la calle Alianza; cerro Huayna Kasa; calle Belzu. Abierto el acto y habiendo señalado el referido día por resolución de la junta de Almonedas Municipales se procedió al remate de dos lotes en el cerro Huayna Kasa, a las hermanas Echenique; prolongación Oeste de la calle Montesinos Lot 400 m2 a razón de 1Bs= Bs. 400.00.”

En muchas otras actas nombra que el cerro Huayna Kasa es el camino al mineral de San José y Pie de Gallo. Es sobre este cerro, perdido ya de la memoria de los orureños, donde se pretende construir el teleférico.

Del Huayna Kasa, no queda en la actualidad más que promontorio de piedras que sobresalen de color rojo, donde se guarda el “sapo de piedra” o “sapo del Socavón” a los pies del Monumento al Minero, por lo que el conjunto mismo es la memoria de una “waka” que los hombres Urus, de antaño, guardaron respeto.

Actualmente, en ese lugar se alzó hace años atrás, un monumento de dos columnas de piedra que sostienen al medio, una placa alusiva a la declaratoria patrimonial por la Unesco, y la misma, no puede ser removida por un proyecto que destruirá esta herencia, y contaminará arquitectónicamente y visualmente al entorno.

EL CALVARIO EN PELIGRO

La Gobernación, claramente, no tomó en cuenta la fuente laboral de los artesanos que hacen tradicionales miniaturas, año tras año, en el espacio que es parte de las tradiciones más ricas de los orureños.

La maqueta de la estación del teleférico, es muy contaminante visualmente con el entorno Patrimonial del Campus Mariano, que incluye el mismo Santuario del Socavón, su torre de piedra labrada, la cruz blanca del Congreso Eucarístico, etc., y claro desalojara a los artesanos.

Esa zona, tiene ‘dueño’ y son las “tradiciones populares”, que hacen a la identidad del orureño y son tres principalmente:

Juegos tradicionales: Sorteo de tortas, tiro al blanco, ruleta, carritos o coches de carrera, paseo en caballo, pajaritos y monos de la suerte, lota, mayor o menor, cajitas de la suerte, futbolines y otros, sorteo de animales (aunque esto en buen momento, ya se está prohibiendo), etc.

Comida típica: Apis y pasteles, churros, anticuchos, pollos a la canasta, sándwich de pollo y chancho, algodones de color, dulces de azúcar artesanales, pasankallas, refrescos hervidos, etc.

Costumbres: el Calvario (juego de la compra y venta, comida en miniatura), emisión de billetitos de la fortuna, mascaritas de yeso, alcancías, bendición de movilidades, el tobogán, el sapo pétreo, Monumento al Minero, Monumento al Soldado Desconocido, el Monumento Unesco, y principalmente el armado de las arquerías de plata en el Carnaval, y la Feria del Desempolvado, donde se aprecia cada fin de semana un museo itinerante de objetos del pasado. Además de atentarse gravemente al “Festival de bandas” y que es parte del Carnaval de Oruro, una festividad popular de Bolivia que fue declarada como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la Unesco.

PALABRAS FINALES

Las autoridades son las primeras en cumplir la preservación de la identidad y tradiciones, que hacen a nuestro pueblo de Oruro, no destruirlas e ignorarlas.

Una Ley aprobada por la Asamblea Departamental, no puede anteponerse a la misma Constitución Política de Estado, en su artículo 99, inciso 2, manifiesta que el “Estado garantizará el registro, protección, restauración, recuperación, revitalización, enriquecimiento, promoción y difusión de su patrimonio cultural, de acuerdo con la ley”.

Así mismo el artículo 302 numeral 16, señala que son competencias de la Alcaldía la “promoción y conservación de cultura, patrimonio cultural, histórico, artístico, monumental, arquitectónico, arqueológico, paleontológico, científico, tangible e intangible municipal”.

En el ámbito municipal, la Ordenanza 02/2002, declara a la Plaza del Folklore, la Avenida Cívica “Sanjinés Vincenti”, las graderías y sectores adyacentes a un radio de 100 metros a la redonda como una “zona de intereses religioso, cívico, cultural y turístico”.

El incumplimiento de estas normativas es para Ley en vigencia, causa penal.

La base del teleférico, tal vez debería ser emplazada una cuadra abajo en los terrenos de Comibol, es amplia y puede ser fácilmente transferida por el Estado, y sumaríamos un área al centro de la ciudad, conservando la integridad de otra.

El espacio que se trata de preservar, es viva fuente de nuestras más ricas tradiciones, cultura y folklore, y no podemos ir en contra de ello, pues sería negar nuestra identidad, por sobre todo.

Es preciso que no se cometan los errores del pasado, como la demolición del Teatro Municipal, la desaparición de muchos bienes inmuebles patrimoniales, la urbanización clandestina de nuestros cerros históricos como el Pie de Gallo y muchos otros ejemplos. Ahora, nos estamos jugando con el más bello icono, que es el Campus Mariano, así que cuidemos lo que nos fue legado en siglos de tradición, desde que Oruro fue.

Fuente: LA PATRIA