Más no siempre es mejor

Pese a que desde tiempos inmemoriales se ha relacionado el hambre y la desnutrición con la pobreza, en los años recientes existen lugares donde los pobres padecen obesidad, no tanto por la cantidad de alimentos que ingieren sino por la calidad de éstos.

En sociedades como la de Estados Unidos, donde la gente trabaja en más de un lugar no hay tiempo para preparar una comida nutritiva y se conforman con servir a sus familiares hamburguesas, o fideos, que no nutren el cuerpo sino que sólo lo engordan.

Mucho tiene que ver el precio al que se consiguen ciertos alimentos, el pan, por ser un producto de primera necesidad en muchos lugares suele ser barato, entonces es más fácil consumirlo acompañado con otro alimento de similares características, pues además brinda una sensación de saciedad pero no es precisamente lo más nutritivo.

Si bien existen sitios donde la verdura suele ser barata, también hay otros en los que se constituye en un lujo por su precio, en Estados Unidos es difícil conseguir verdura como la que se tiene en Bolivia por lo que la gente de escasos recursos económicos prefiere consumir una hamburguesa antes que un plato de ensalada.

Otro alimento que suele ser un lujo en numerosas sociedades es la fruta, sobre todo en los lugares que no tienen las condiciones adecuadas para producirla, por lo que tiene que ser transportada desde los sitios donde se originan, lo cual eleva su costo.

Sin embargo, comer más no siempre es lo mejor, sin ser millonarias las personas pueden acceder a ciertos alimentos que mientras sean nutritivos supondrán un importante aporte a la salud corporal y no será necesario pensar en mayor cantidad.

Por otra parte, los pobres pueden producir su propio alimento, los programas de gobierno deberían trazar políticas para incentivar a las personas de escasos recursos a lograrlo, brindándoles la materia prima, que pueden ser semillas, además de capacitación para que cada familia tenga su propio huerto, dentro de un invernadero si no existen las condiciones climáticas adecuadas, para alimentarse con los productos que proporcione el mismo, de esa manera se combatiría el problema de la pobreza y la malnutrición, que no siempre se traduce en personas anémicas y/o desnutridas, sino, ahora, en obesas.

Fuente: LA PATRIA