Sembrando utopías: Eduardo Galeano

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Prolegómeno.- Sus obras literarias inspiradas y plasmadas en un contexto realista; es decir, en un estilo sincopado y con tonos meramente dialécticos por el rico contenido expresado, hace de Eduardo Galeano un escritor sobresaliente de las últimas décadas. Este estilo que hace de sus letras enlazadas en atractivos y significativos versos en majestuosas metáforas hacen que emerjan verdaderos conceptos significativos de gran valor intelectual, ya que tuvo la notable virtud y el coraje de manifestar con claros argumentos “el comportamiento humano”, y sus marcadas desigualdades, producto sobre todo del constante avasallamiento del denominado capitalismo hacia las mayorías desposeídas convirtiéndose al mismo tiempo, en un trabajador (para los demás), de la cultura con voz de los sin voz. Un genuino prosante donde intercala la estructura de su riquísimo lenguaje no sujeta precisamente a medida ni mucho menos cadencia.

Ingenio literal y belleza literaria.- Pasar la vida de tal o cual manera pero escribiendo con toda naturalidad, viendo cómo se compenetra con la realidad y viviendo subjetivamente en un mundo pequeño para después hacerlo grande con sus ideas, y adentrándose al mismo tiempo a un sub-mundo enriqueciendo ese pensamiento puro, plagado construyendo utopías con la franqueza que le caracteriza y sin titubear, es la característica de la semántica que emplea sus magníficas obras; su diversidad entre otras cosas, hace que el contenido inmerso en cada párrafo, esté lleno de significado vivificando la vida tal como es, tal como se presenta y tal como debería ser. Es un genio, un hombre ibérrimo poniendo en tela de juicio lo que significa la reciprocidad, lo que se aplica hoy en día, lo que desde ya se ha esfumado y al parecer jamás se recompondrá esa correspondencia mutua entre dos seres vivientes o, entre el ser y la naturaleza en sí.

Por otra parte, refleja en su singular narrativa un gesto simbólico de apoyo, solidaridad y apego a la justicia, pronombre de un ideal justo para un pueblo carente de injusto despojo, tratando de borrar en definitiva las fronteras unos de otros y logrando descubrir la grandeza escondida en las cosas minúsculas que nos separan, uniendo nobles pensamientos a la vida de los anónimos que es la vida de los seres casi invisibles.

Buenos motivos para escribir.- “Todo hace que escriba porque no soy nada”, así empieza incansable la inspiración de un noble oficio libre, por ejemplo la memoria de los otros…, de los demás, la memoria viva de los demás, ensartando la palabra viva que da la vida de la gente que va por el camino, así sea narrando en verso, prosa o así nomás formando un conjunto de fenómenos complejos que se presenta para llegar a la verdad que se busca y no se encuentra y al mismo tiempo traducir eso, lo complejo, en algo simple. Así está el legado: “Para qué sirve la utopía, para cambiar caminando”. Esa mágica pluma de éste prolífico autor nos traslada con incontenible inspiración a un mundo veraz lleno de desigualdades con vanas promesas en que vivimos, esperando que: “algún mágico día llueva la suerte para nosotros, los desposeídos, los sin techo, los sin mar”. Ésta es la segunda característica que encierra como un conjunto de formas transportadas a la realidad por quien con su talento aplica fenómenos lingüísticos con demasiada y certera veracidad.

El motor de la vida es la contradicción.- No es cualquier cosa referirse a lo que en verdad significa qué es la contradicción. Es posible manifestar necesariamente qué encierra por cierto algún determinado género literario cuando de por sí genera cierta contradicción en su contenido; para ello, recurriremos a aclarar en cierta forma lo que significa y por qué aplica en su narrativa como fenómeno literario desde y hacia las mayorías; es decir, referido a la dignidad de “los pobres vivos”; en esta tierra. Así, para los poderosos no existe la contradicción o mejor dicho, admiten difícilmente las contradicciones porque es la oposición a un sin fin de cosas como el saqueo de los recursos naturales; deforestación de bosques o la apropiación del agua. Es la acción de oponerse en oposición con lo que se hace o se hizo arbitrariamente, palabras o acciones que resultan de ello.

Todos estamos hechos de historia.- La vida es un continuo espejo tal como narra este magnífico autor enriqueciendo su lenguaje. Estamos hechos de la esencia misma que nos legó la vida reflejada, contada y transmitida de generación en generación como historia viva, con un pasado, presente y futuro lleno de contradicciones, tal como se plantea hoy en día (refiere), y como gesto simbólico relata: “Mis mejores días me faltan los que no he vivido”, porque la gran utopía está muy cerca con camino abierto, o lo que es mucho mejor; falta mucho por vivir y disfrutar, ese deseo aún pervivía en su semblante colmado de esperanza, ya que hay ciertos espejos en la vida (refiriéndose, a las utopías. Te señalan el camino de la vida: son espejos ciertos (manifiesta); sabiendo que es un lugar que no existe, es algo imaginario o sistema que parece imposible de realizar. Así, los que mueren por la vida…, no pueden considerarse muertos (otra magnífica utopía), o como frase profética “vale la pena morir por todas las otras penas que no valen la pena vivir”. Entrelaza metafóricamente yacente un submundo de misticismo, con otro lacerante realismo como esta frase “Escribo para que no se enojen los truenos los dioses de allá arriba”.

Una misión de vida.- “La realidad es la poeta de sí misma”, ella es de veras deslumbrante; así uno va viviendo tantas vidas en un sola vida y va construyendo a la vez semillas se utopías pensando y razonando en lo que es para muchos lo que debiera ser para pocos.

A la vez la realidad viva compañía de dada día, es la época de la pasión de vida, es la condición del hombre en pensar con su propia cabeza, aún así pequeñas cosas para hacerlas grandes, porque con pequeñas cosas cambiaríamos la realidad de nosotros mismos y nuestro mundo. Pero ¿qué es la visión de vida?: Es el horizonte de esperanzas vivas; de esta manera parafraseando y recordando en ansiedad viva uno de los tantos trozos literarios unas veces hechos poesía y otras inspirados en versos, en que sobresale con nitidez la notoria disconformidad “Que tiene bastante más que nada”, sobre la vulnerabilidad y desamparo de la niñez cuando este sector debería ser el primero en atención Eduardo Galeano es polifacético y reflexivo autor de innumerables textos de lectura, aplica metafóricamente también sus diversas charlas entre varios aspectos con énfasis y rigor en las interpretaciones mismas, inclusive muchos ejemplos, las diferencias en un mundo tan pequeño pero con inmensos y grandes problemas para la humanidad. “Lo que yo he aprendido (resalta), es la realidad que todos hacemos al andar....”