En una apreciación de orden político partidista, la observación que hizo públicamente el Vicepresidente del país sobre el contexto del partido gobernante, es un implícito reconocimiento de la división existente entre lo que ahora se denomina como “evismo” y lo que se quisiera como “masismo”.
El asunto es resultado de las últimas elecciones sub nacionales, cuyos resultados difieren bastante de los que obtuvo Evo en los comicios generales y el hecho según el Vice Mandatario revela que “la mitad del voto del Movimiento Al Socialismo (MAS) que ratificó en la Presidencia a Evo Morales se desbandaron en cuestión de unos meses” y favorecieron a otras fuerzas por supuesto de la oposición en la visión de ese sector, lo que a su vez muestra que “el evismo como proyecto es muy fuerte, pero el masismo tiene problemas”
Analistas de la agrupación gobernante reflexionan sobre el tema y varios coinciden en señalar que “evidentemente, hay un desajuste estructural en una organización que vuelve voluble y peligrosamente ajena los fines partidistas para mantener la hegemonía que permite gobernabilidad sin sobresaltos”.
Varios hechos ocurridos en poco tiempo, algunos bañados por la corriente de la corrupción han manchado de veras la estructura interna del masismo generando un producto de rebeldía que se hizo sentir claramente en La Paz y El Alto, donde el desbande en el voto contra los candidatos oficialistas ha tenido un resultado determinante que puede darse en otras circunstancias parecidas, en este caso poniendo en duda la unidad del partido que gobierna una década, pero que ahora se revela y causa preocupación en los líderes de ese movimiento social.
Hay otras opiniones que apuntan a desconocer la férrea unidad de los movimientos sociales, considerados como grupos independientes muy variables en función de intereses temporales y sensibles a los hechos que por “culpa de unos pocos” arrastran o generalizan a los grupos sociales.
El reconocimiento de una aparente división en el MAS, en criterio del segundo mandatario al afirmar que “en Bolivia existen más evistas que masistas, es una llamada de atención sobre la realidad de que el “masismo” tiene problemas. La autoridad formuló un llamado a la unidad y la reflexión de la militancia pidiendo “que se erradique la división, que las autoridades electas trabajen mejor por el MAS y borren la corrupción”.
Lo evidente es que el sacudón de los resultados electorales ha calado profundamente en la estructura masista, obligando a que en el nivel superior se reconozcan que hubieron peleas internas, entre dirigentes y organizaciones de base, entre bolivianos de diferentes lugares de la geografía nacional, lo que ha restado beneficios partidarios que debe replantearse con una reafirmación del apoyo al líder del MAS, el Presidente Evo.
Dirigentes del partido oficialista están realmente preocupados con la franca posición del Vicepresidente y con los hechos que han marcado en cuestión de pocos meses, un antes y un después del partido gobernante. Lo que no se puede negar es que hubieron fallas y esto obliga a una reestructuración del “bloque político como tal” determinar cuáles fueron las causas reales para perder gobernaciones y muchos municipios.
En base a la realidad la alta dirigencia del MAS, anticipó que pese a las pugnas internas intentará una reestructuración institucional, con miras al 2019 y diseñará el funcionamiento de una escuela política para la formación de sus líderes y el fortalecimiento de sus cuadros políticos. El MAS entrará en etapa de mantenimiento y renovación.
Fuente: LA PATRIA
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