Concurso de fotografía sacude dejadez e indiferencia en Oruro

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Qué lejanos están los días en que Oruro era un foco natural de irradiación de arte y cultura, en todas sus formas y expresiones, inclusive el polifacético cine, tan complejo en su manejo. Por entonces, aún no había llegado la televisión al país.

En obsequio a la verdad y con nostalgia evocamos aquellos excepcionales concursos nacionales de cuento, poesía y ensayo, o de artes plásticas en todas sus formas, que anualmente patrocinaba la dependencia cultural de la Universidad Técnica.

O la formación de un ente de teatro nativo, que escenificaba obras de corte ancestral. Las compañías o academias de ballet y danzas existentes ahora, se iniciaron en aquella “época de oro”, así como varios grupos corales estudiantiles y de mayores.

Cuatro o cinco estudiantinas de cuerdas, recogían exquisitas páginas del pentagrama nacional de modo periódico y estable, emulando con las más connotadas del interior de la república.

La edición de libros y poemarios, no estaba desatendida, a pesar de los subidos costos de siempre, que es preocupación de autores, editores y sus lógicos animadores.

Ciertamente eran tiempos diferentes en que las autoridades constituidas buscaban con criterio y voluntad, a los mejores hombres, para encomendarles la conducción del desarrollo del espectro cultural de Oruro, dejando también el campo abierto a las entidades locales que a su turno pretendían desarrollar buenas iniciativas.

Pero, la que se llevaba siempre la flor, fue Extensión Cultural de la Universidad que por mucho tiempo mantuvo --aparte de lo anotado-- una Revista de Cultura mensual muy bien presentada, que inquietaba a la intelectualidad no solo de la tierra, sino también del interior y del exterior, alcanzando legítimo predicamento.

Este comentario evocativo viene a propósito de un reciente Concurso de Fotografía convocado por los religiosos Siervos de María del Socavón, que desechando la abulia y la irresponsable dejadez local, lograron motivar las iniciativas artísticas de profesionales y aficionados, sobre un tema tan nuestro y sensible, como es el Carnaval Patrimonial.

En este certamen, un jurado calificador, constituido por especialistas, como don Enrique Suaznabar Ochoa, Aldo Álvarez Bustamante, Oscar Hinojosa Machado, el P. Juan Chávez OSM y el Ing. Edgar Vengas Ledo, confirió tres primeros premios y dos menciones honrosas a las mejores obras después de sereno análisis y apreciación, entre una cuarentena de primorosas fotografías a todo color, en formato de 24 por 15 cm, logradas en nuestro reciente antruejo.

Las obras galardonadas que reproducimos en estas páginas recibirán sus premios el próximo 10 de abril, en una ceremonia que preparan con adecuado empeño los Siervos de María y su Consejo de Laicos, que son las siguientes:

Primero la foto titulada “Devoción Infernal” con el pseudónimo de Ángel de los Cielos, perteneciente a Marcelo Chacón Aracena con Bs. 2000. Segundo para “Mamita, báñame con tu luz” de Lertus , cuyo autor es Sergio Méndez Tellería (Bs. 1000) y tercer premio para “Preparados” del pseudónimo Vix de Víctor Vásquez Echeverría con 500 Bs.

Las menciones honrosas corresponden a “Ejemplo de Artesanía” del pseudónimo El Diablo de Jorge Matienzo y “Entusiasmo de Morena” de Byta perteneciente a Gabriela Matienzo.

Es pertinente señalar que junto al acto de entrega de premios, los organizadores inaugurarán una exposición libre de todas las fotografías concursantes para solaz de la orureñidad y los ocasionales visitantes del interior y exterior, que durante todo el año afluyen al Santuario del Socavón para venerar a la Santa y admirar los avances del embellecimiento físico y artístico que se ha logrado hasta el presente en ese recinto sagrado.

De esta forma los sacerdotes servitas, cumplieron responsablemente con otra acción más, de su ya cotidiana agenda de trabajo en pro del arte y la cultura nacional, conducta que es justicieramente aplaudida por la comunidad orureña, extrañamente tan privada de estos motivos formadores y de expansión espiritual.

Los Siervos nos han demostrado y por tantos años, que lo frívolo e insubstancial, no cuanta en sus planes de trabajo.

Fuente: LA PATRIA