Hace muy pocas semanas, cuando se llevaba a cabo el festival Viña del Mar, donde participan conjuntos nacionales que no son bien tratados; es donde nació la idea de llevar a cabo un festival en Bolivia, para tal cometido se pensó en construir un escenario de mayor envergadura; ni bien hubo esa propuesta, los cochabambinos de manera inmediata presentaron a nuestro Presidente, un proyecto y el terreno respectivo a más de diez kilómetros del centro de la ciudad, con la perspectiva de que su ciudad crezca y no se encierre en el casco viejo, solo falta un visto bueno y su aprobación para poder construirlo; ellos saben que son oportunidades únicas y tratan de aprovecharlas con una amplia visión de desarrollo.
En el caso de nuestra ciudad de Oruro, es distinta nuestra manera de interpretar lo que es una oportunidad; nos cuesta entender que nuestro Carnaval creció, y lo seguirá haciendo; que no simplemente son graderías y unos cuantos baños lo que se necesita; es mucho más.
Que será imposible realizar una ruta por el centro de nuestra ciudad, al no existir un espacio amplio, para una obra acorde al título que ostenta nuestro Carnaval, que el espacio máximo que se nos brinda en la avenida del Folklore de fachada a fachada es apenas de 20 metros; un espacio ínfimo para semejante obra. Porque si fuera lo contrario se tendría que expropiar casas y derrumbarlas, un imposible; como ejemplo se tiene la vergüenza del distribuidor del Tagarete.
Que existen algunas autoridades, vecinos, profesionales (al parecer carecemos de arquitectos e ingenieros) de visión corta, de pensamiento atrofiado; que les cuesta ver a Oruro, como una ciudad grande progresista, con proyectos de envergadura. Y ojalá nuestras futuras autoridades no sean como ellos o como los que se marcharon, es decir más de lo mismo.
Que el Carnaval no es propiedad de los vecinos de la avenida del Folklore, es de todos los orureños, los bolivianos y más aun de toda la humanidad, porque este fue declarado Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
Es por estas razones y por muchas otras más que se debería pensar en trasladar esa nuestra manifestación folklórica devocional a otro lugar, donde exista espacio para una gran obra, donde podamos ofrecer una serie de comodidades a los que nos visitan como a los bailarines con una capilla provisional; para que los danzantes puedan llegar a los pies de nuestra Mamita Candila, la que sería trasladada un día antes en una gran procesión, por todos los devotos de nuestra ciudad y de los que nos visitan. Para luego ser repuesta el día domingo a la iglesia del Socavón, con el fin de que se lleven a cabo las respectivas misas otorgadas por las diferentes fraternidades el día lunes.
La devoción que nos une en torno a la Virgen del Socavón, va ha ser la misma estemos aquí o en la China. Será que aquellos que organizaron una entrada en los Estados Unidos en su honor, y al no haber llegado a los pies de la Mamita Candila lo hicieron sin devoción. ¿Entonces se los debería excomulgar?
Es más esta capilla provisional, podría ser utilizada en todo el año por la Orden Siervos de María, evangelizando, haciendo conocer la palabra del Señor, realizando bautizos, matrimonios, a los vecinos de la nueva capilla que también son hijos de Dios.
En consecuencia ciudadanos de Oruro ¡Basta ya! dejemos de actuar con mezquindades y egoísmos, nuestra ciudad necesita obras de envergadura; aprovechemos el ofrecimiento que nos hizo el Presidente Evo Morales que afirmó de manera textual “Si no se puede busquemos otro lugar ¿Qué problema tenemos? No es problema de financiamiento eso quiero que sepan”. Es decir que no nos preocupemos de la plata.
En resumen, es una oportunidad inigualable no la desaprovechemos.
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