Obama y Castro rompen cerco ideológico EE.UU. – Cuba

El histórico encuentro en la Cumbre de las Américas de los presidentes de Estados Unidos y Cuba, Barack Obama y Raúl Castro, respectivamente, rompió el cerco ideológico vigente por más de medio siglo entre el Pentágono y la Isla, para sellar un encuentro de diálogo por el desarrollo de los pueblos dejando atrás viejos conflictos que fueron durante casi seis décadas argumentos del discurso político ideológico de los socialistas.

Lo ocurrido en la VII Cumbre de las Américas, que se calificó como un hecho histórico, pone de manifiesto que “no hay mal que dure cien años ni cuerpo que resista” como pregonaba nuestro cantautor Nilo Soruco en su tan publicitada canción “La Caraqueña”, compuesta durante su exilio en Venezuela cuando campeaban en Bolivia los gobiernos totalitarios, militares y de facto en la década de los ochenta.

La inédita Cumbre permitió por primera vez escuchar al presidente cubano, Raúl Castro, durante casi 40 minutos en su emotivo como encendido discurso, donde hasta elogió a su homólogo estadounidense, al calificar a Barack Obama, como “respetuoso y constructivo”. Castro no vaciló en afirmar: “Según mi opinión el presidente Obama es un hombre honesto. La culpa es de los diez presidentes que lo precedieron. Estas palabras (sobre Obama) las medité mucho. Si decirlas o no. Las puse y las quité. Y al final las dejo. Y estoy satisfecho”, dijo al pretender demostrar que no existe conflicto y que al contrario se confirma un acercamiento entre los líderes de Cuba y Estados Unidos, para impulsar una relación de mutuo respeto, asegurando que “todos tienen deuda con nosotros (los cubanos), menos el presidente Obama”.

En cambio el presidente estadounidense, Barack Obama, aseguró que “la Guerra Fría ya terminó”, al afirmar que “Estados Unidos mira hacia el futuro. No queremos estar atrapados en la ideología. O yo por lo menos, no lo estoy” (…) “No estoy interesado en disputas que francamente empezaron antes que yo naciera”.

En la VII Cumbre de las Américas celebrada el fin de semana en Panamá además se dio lugar a otros diálogos paralelos en foros de los empresarios, movimientos sociales o de la sociedad civil , jóvenes, rectores de universidades y la Cumbre de los Pueblos, Indígenas y Afrodescendientes, en abierta negociación que permitió la distensión antes que la confrontación de los pueblos de América para buscar a través del diálogo solución a sus problemas.

La “histórica” Cumbre de las Américas fue destacada por la prensa cubana para difundir el encuentro de su presidente, Raúl Castro, con el estadounidense, Barack Obama, habilitando el periódico “Granma”, Órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, una edición especial de domingo a pesar que no circula ese día, rompiendo una costumbre y tradición del diario cubano para informar sobre el encuentro de los presidentes de Cuba y Estados Unidos. Publicó el discurso de Castro y parte de la intervención de Obama en el foro de Panamá, destacando la condición histórica de la reunión cumbre, donde después de casi 56 años EE.UU. y Cuba, a través de sus presidentes, reanudan el diálogo para restablecer sus relaciones diplomáticas.

La prensa cubana destacó la predisposición de su presidente Raúl Castro quien señaló en la Cumbre que “lo fundamental es que estamos dispuestos a discutir de todo, incluso sobre derechos humanos y libertad de prensa. De esas y de otras cuestiones, de Cuba y también de Estados Unidos”, al hacer referencia de la participación del presidente Barack Obama, que mencionó que entre Cuba y EEUU “seguirá habiendo diferencias profundas y significativas, mientras existan las preocupaciones sobre democracia y derechos humanos”.

Así también con criterio coincidente en su edición el periódico “Juventud Rebelde”, que se considera el vocero de la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba, comentó favorablemente lo acontecido, evocando al expresidente Fidel Castro, por la conducción del pueblo cubano en su larga lucha para lograr su independencia y defender la libertad.

En consenso se logró consolidar una nueva era en América con la integración de todas las naciones a través del diálogo y la concertación, bases para alcanzar un desarrollo armónico y sostenido en la lucha contra la pobreza, lejos del discurso ideológico que todavía tiene deslumbrados a los pocos seguidores del régimen castrista que ahora ingresa en la nueva etapa de su democratización, para que todos los cubanos puedan ser los directos beneficiarios de la libertad de expresión, pensamiento y gozar a plenitud de sus derechos y libertades ciudadanas. Ojalá esto sirva de ejemplo para que en ningún país de nuestro continente se conculquen los derechos y libertades a título de tener una mayoría electoral, porque en democracia quienes merecen el mayor respeto son las minorías que asumen las decisiones de quienes están gobernando desde arriba.

(*) Periodista

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