Para empezar con nuestro mensaje a nuestras niñas y niños en su día, permítasenos citar estas sabias palabras del gran genio Pasteur que dijo: “Cuando me encuentro frente a un niño, siento por él respeto y ternura; respeto porque es indefenso y ternura porque puede llegar a ser un gran hombre del bien para el bien”.
En efecto así es y así tiene que ser, en consecuencia en momentos en que se habla de las niñas y los niños, es sumamente difícil utilizar palabras de respeto y cariño sincero, nacidas de lo más profundo de nuestro ser de hombres y mujeres, expresadas con verdadero sentimiento de amor y ternura. Pero es más fácil ofender, gritar y hasta humillar; lo que no podemos hacer de a nuestros semejantes de similar edad. Sí así es y seríamos injustos con nosotros mismos si sostenemos lo contrario.
Mas, siempre hay un momento de lucidez y una oportunidad de expresar aunque no con palabras o términos precisos y exactos aquello que sentimos hacia nuestras niñas y niños, por decir hijas e hijos, y porqué no a nuestras nietas y nietos.
Entonces esta es la oportunidad y la ocasión más adecuada para expresarles con la mente y el corazón lleno de orgullo y con el sentimiento más profundo de nuestro ser de hombres y mujeres, que son las niñas y niños nuestra esperanza de lo que muchos hemos soñado ser cuando teníamos la edad que tienen ahora.
Por tanto, en ese día tan especial en que festejamos el Día del Niño Boliviano; diríamos mejor el “Día de la verdadera fuerza de la energía nacional”, que son las y los encargados de llevar adelante el desarrollo de nuestra patria, con verdadero sentido de progreso y un futuro promisorio desde todo punto de vista; en una palabra diríamos son quienes tienen que convertir a nuestra sociedad, en una sociedad de sociedades, sin hitos ni fronteras, en una sociedad en hermandad total y cabal; en una sociedad de mujeres y hombres en armonía cósmica de paz, amor y tranquilidad.
En el mejor de los casos, de seres pensantes y actuantes en esencia y presencia sin igual, en fin, en edificadores, formadores, hacedores y ejecutores de la sociedad de sociedades, soñada por los grandes hombres como Tomás Moro, Marx, Engels, Lenin y porqué no decirlo como los grandes sabios y amautas del grandioso Tawantinsuyu.
Esto es lo que queremos expresarles como generación de adultos; quién sabe cansados ya; por ningún motivo los privaremos del pan del diario vivir, del vestido con qué cubrirse y lo que es más de la educación que es el alimento espiritual indispensable de todo ser.
Por todo esto y porque así tiene que ser, este día sea el día del renacer de una nueva forma de pensar de los adultos, de nunca faltarles al respeto; porque mañana serán las y los conductores del Estado Plurinacional de Bolivia.
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