Sábado 11 de abril de 2015
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Hace cinco años, el Presidente del Estado, Evo Morales, dio un mensaje con rostro contraído, pero con un discurso triunfante, probablemente para disminuir el impacto de la derrota de su candidata a la alcaldía paceña, Elizabeth Salguero.
Esta vez, Morales esperó hasta el día siguiente y su mensaje no fue como Primer Mandatario de todos los bolivianos, sino como máximo representante del Movimiento Al Socialismo (MAS), con un tono agresivo contra los pobladores, sobre todo de La Paz. El texto fue contradictorio, entre “corrupción” y “machismo”, para descalificar a unos resultados pero sin explicar otros.
Por su parte, el Vicepresidente Álvaro García Linera, en la misma línea de su hermano, intentó desviar las cifras adversas con otra portada: la presencia nacional del MAS en todo el país, algo que no estaba en debate. No dijo que además ese partido es el único que cuenta con un canal estatal/partidario, avión, helicópteros y árbitro.
Sus palabras y actitudes dejan la duda: ¿son los García Linera demócratas o mantienen su posición guerrerista? ¿Serán capaces de reconocer futuras derrotas y de entregar el poder dentro del sistema constitucional? ¿Por qué los masistas/movimientos sociales reaccionan inmediatamente con amenazas violentas contra los opositores?