Martes 07 de abril de 2015
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Conforme establece el acontecer de la economía mundial, Bolivia es conceptuada como una de las primeras generadoras de materia prima exportable para la industrialización y potenciamiento de empresas instaladas en los cinco continentes.
Esa situación, conforme pasa el tiempo, es más perceptible, aspecto que debe tomar en cuenta el gobierno para incentivar, de manera especial la minería, porque los departamentos de Oruro y Potosí, son considerados en el ámbito internacional como el motor económico del país.
En ese entendido, es preciso que los comités cívicos de ambas regiones se aglutinen trabajando para conseguir la atención de las esferas estatales en fortalecer y ampliar el sector productivo minero para seguir recibiendo divisas por la explotación de sustancias naturales extraídas de filones metalíferos.
Los orureños, de modo particular, jamás podemos admitir que la era de la minería a concluido como preconizan voces agoreras mal intencionadas, porque los bolivianos preferimos hacer un nuevo esfuerzo sobrehumano, para que los ingresos económicos al Erario nacional sean en mayor proporción.
Ingenieros de la especialidad y muchos verdaderos trabajadores mineros, se hallan imbuidos de lograr mejores momentos para el rubro, ya que están convencidos de la existencia de zonas muy ricas en mineral, que garantizan futuros años de prosperidad y progreso económico de la nación.