El periodista nunca dice “no puedo” o “no tengo tiempo” para informar a la ciudadanía

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Ante la presencia de nuevas generaciones que llegaron al matutino LA PATRIA, en un proceso de modernización y cambio de esquemas y normas, llegamos a la conclusión que un periodista nace, no se hace, porque el primer requisito para serlo es olvidarse de su propia vida y entregarla entera al periódico, lo que en muchos casos no sucede.

Observamos con sorpresa que existen en nuestra ciudad, muchos licenciados en comunicación, pero en algunos casos mal llamados periodistas, porque para serlo deben olvidarse en primer lugar del “no puedo” o “no tengo tiempo”, puesto que un verdadero periodista debe estar consagrado a cumplir con su deber como es el de mantener informada a la población minuto a minuto, durante las 24 horas del día.

En otros casos, los profesionales que ahora emergen como licenciados de la universidad, tratan de emprender la dura lucha como periodista de LA PATRIA, pero al surgir el trabajo en días feriados como en la época del Carnaval, optan por disculparse e irse tras haber visto en realidad cómo es la verdadera y sacrificada labor de ser parte de la redacción del sub decano.

Estos hechos que en algún momento provocan desconcierto, hicieron que en estas líneas, explique no sólo a la ciudadanía, especialmente a las nuevas generaciones, lo que un periodista de LA PATRIA debe hacer para continuar en este trabajo tan lindo y tan apasionante como es ser parte de un medio de comunicación escrito.

Lo que pretendo es que se tome en cuenta que las personas que ingresan al sub decano de la prensa nacional, como es el matutino LA PATRIA, deben tener en mente que el trabajo que debe realizar es de 24 horas diarias y no de ocho horas como sucede en las oficinas.

Por esta circunstancia, reitero que el verdadero periodista NACE, no se IMPROVISA, sin desmerecer el trabajo que realizan nuestros compañeros que informan a través de medios radiales y televisivos, puesto que todos los que ahora integramos la redacción de este matutino emergimos de estos medios y, al llegar a LA PATRIA recién comprendimos el verdadero significado de lo que es trabajar en un medio de comunicación.

La verdadera entrega, en el cumplimiento del deber, se refleja en cada una de las letras que se publican diariamente, puesto que de considerarse periodista de LA PATRIA, debe dejar de lado su vida privada e incluso su familia, sin importar la retribución económica o la falta de agradecimiento de las personas, ya que la retribución que cada uno de nosotros tiene, es simplemente haber aportado para mantener informada a la ciudadanía de los últimos sucesos en nuestro departamento, a nivel nacional e internacional.

Para cumplir con este deber que gusta a un buen periodista, en muchos casos ponemos nuestra vida en peligro, puesto que para cumplir con esta linda labor debemos estar en un bloqueo, marchas, gasificaciones o en plena lluvia, sin importar si tenemos algo para llevarnos a la boca, porque cumplir nuestro compromiso con la sociedad, está primero.

Esto no es una queja, es una especie de requisito para ser parte de la redacción del periódico y va dirigido a las nuevas generaciones que pretenden ser parte de esta hermosa profesión que también tiene su recompensa, porque ser periodista de LA PATRIA es un orgullo personal, que cada uno de nosotros tiene por ser parte importante de esta empresa formadora de verdaderos periodistas.

Se crea o no, el trabajo periodístico es difícil en comparación a muchas otras profesiones, puesto que desde el momento de abrir los ojos, tras un descanso reparador, debemos estar informados del trabajo que realizan nuestros colegas a nivel nacional e internacional, este es el caso de los periodistas del matutino LA PATRIA, quienes trabajamos con mucho gusto para todos.

Cada día, los periodistas de LA PATRIA emprendemos nuestra labor diaria, con una reunión de coordinación, donde analizamos hechos que acontecieron en horas precedentes, personas o instituciones a quienes debemos hacer conocer el descontento de la ciudadanía o de criticar el mal trabajo de algunas autoridades que en muchos casos emprenden críticas someras sobre nuestro trabajo, sin tomar en cuenta que lo hacemos por su bien, porque el objetivo es que se reparen hechos irregulares para que en el futuro no tengan problemas al dejar de ser autoridades.

A este trabajo se suma el de los reporteros gráficos, quienes en muchos casos, son agredidos por los llamados movimientos sociales en la última temporada, puesto que arriesgan su vida para poder graficar los hechos buenos o malos que acontecen.

Salir a cubrir información en las múltiples fuentes, como se conoce a las instituciones u organizaciones que generan información, es de vital importancia para cada periodista, puesto que desde el momento que se despierta muy temprano, piensa en el trabajo que debe realizar, esperando no dejar de lado algún hecho que se suscite ese día y especialmente esperando no ser objeto de agresión, como ya es costumbre en medio del proceso de cambio que le toca vivir a nuestro país.

Los momentos de verdadera satisfacción, son los que a través de una publicación se ayuda a solucionar un problema o a una persona desvalida, pero también existen los momentos de incertidumbre al cubrir información y estar a la espera de alguna solución de un hecho que se registra a altas horas de la noche o la madrugada.

En resumen, si uno quiere ser periodista, debe trasponer cualquier hecho personal, para ser parte de la redacción de LA PATRIA, lo que aprendimos muchos de nosotros de las enseñanzas de Pedro Glasinovic y Humberto Apaza, y que actualmente esta labor la realizan, Patricia Barriga, Juan Carlos Treviño, Itza Terrazas, Arturo Llanque, Leslie Quiroz, Alicia Navía, y en la parte de deportes, Freddy Cáceres, Raúl Villarroel, Juan Orlandini en coordinación con Ethzel Llanque y la directora interina del periódico, Ximena Miralles.

Por estos hechos que relato en estas pocas líneas, reitero que UN PERIODISTA NACE NO SE HACE.

Fuente: LA PATRIA